Vía La Lista por Ingrid Motta
Esta semana bajé la versión Beta del iOS 17 de Apple, sigo muy sorprendida de las capacidades de personalización que una actualización de software ofrece para que cada usuario goce de sus dispositivos de acuerdo con sus hábitos de consumo e interacción con su ecosistema digital. De la misma manera que puedes personalizar tus gadgets, también podrás personalizar tu auto. Los SVD o Vehículos de Software Definido tienen una arquitectura de software centralizado que podrá irse actualizando conforme el fabricante vaya mejorando las capacidades tecnológicas del sistema, sus funciones, recopilar datos del entorno mediante sensores de seguridad y asistencia para mejorar la experiencia del conductor y sus pasajeros.
Gracias a las capacidades de conectividad de quinta generación (5G) los autos podrán conectarse a redes de vehículos autónomos para que el conductor ceda autonomía, y disfrute de la configuración personalizada de un comodísimo asiento, o de un sistema de entretenimiento con audio y video de la forma segura y eficiente que ofrecerá esta tecnología.
Los vehículos SVD se sumarán a la lista de dispositivos que de manera automática avisarán que deben ser actualizados con nuevo software que incluso será mejorado con inteligencia artificial que analizará datos de tráfico y uso del vehículo, por ejemplo, para tomar decisiones de manera autónoma mucho más rápida y asertiva que si lo hubiera hecho un humano.
Aunque esta tecnología está aún en etapa de desarrollo, su llegada al mercado ha hecho crecer una comunidad importante de desarrolladores, y ha logrado que fabricantes de automóviles cambien su estrategia de negocios para experimentar las demandas de usuarios ya muy hiperconectados, que no pretenden volver a adquirir vehículos que les ofrezcan mejoras solamente si compran el auto del año más reciente.
Otra de las grandes ventajas de esta evolución automotriz es que podrán estar basados en códigos cerrados o abiertos que permitirán que proveedores locales y globales participen en ecosistemas de forma colaborativa con grandes tecnológicas, empresas de entretenimiento, de carga eléctrica de vehículos, por mencionar algunas, y contar con tiendas de aplicaciones directamente de la marca o de otros desarrolladores que les ofrezcan todo tipo de monerías tecnológicas ultra segmentadas y basadas en la nube, para que cada tipo de consumidor las disfrute de manera inmediata sin comprometer las capacidades de almacenamiento del sistema del auto.
La tecnología demuestra con los SVD que sus capacidades no están limitadas en tiempo ni espacio, y que mientras que gobierno y reguladores no logran ponerse de acuerdo con las necesidades de contar con costos de espectro accesibles para que estas herramientas puedan estar disponibles para todos, ella no los espera.
Los usuarios por su parte pueden estar seguros de que además de poder cambiar la forma en que luce el tablero, los sistemas de control de la dirección y el frenado del auto pueden actualizarse de forma inalámbrica para mejorar su rendimiento, la respuesta de la dirección o que el sistema de control de crucero asegure que el trayecto del vehículo sea más placentero.
La era de los autos autónomos será muy disfrutable sin duda, sobre todo para los fabricantes de automóviles, los desarrolladores de software para esta industria y usuarios que tengan el poder económico para adquirirlos, en lo que esta tecnología entre en su etapa de democratización para todos los puedan disfrutar.
