Roberto García Requena | La Razón | 1 Abril 2016
Cuando apenas hace unos días el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) resolviera que no hay elementos para declarar a Televisa con poder sustancial en el mercado de la TV de paga, el mismo regulador ahora anuncia que Telmex ya puede pedir el cambio de concesión para brindar estos servicios. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Me explico.
En resolución publicada en el DOF este 9 de marzo, el IFT expone los argumentos para determinar que Televisa no puede fijar los precios de los servicios de TV de paga en el mercado, ni imponer barreras de entrada a la competencia. Al tiempo de que el regulador da cuenta de cómo Televisa ha disminuido su participación de mercado, mientras los competidores la han aumentado, tanto en satélite, como en cable.
Vale la pena destacar el siguiente párrafo de la resolución del IFT respecto a la competencia que enfrenta Televisa. De septiembre de 2013 a septiembre de 2015 (dos años): “Dish y Megacable han ganado 28.4 por ciento y 16.6 por ciento de los nuevos usuarios, registrando crecimientos del 43.2 por ciento y 24 por ciento, respectivamente. Por su parte, Axtel y Total Play también han reportado altas tasas de crecimiento”.
Estos datos, entre muchos otros, sumado a que no hay evidencia para inferir que Televisa pueda influir en los precios de los servicios ni desplazar a la competencia, llevan a determinar que no hay poder sustancial por parte de esta empresa en la TV de paga. Al contrario, todo indica que el mercado tiende hacia un modelo de competencia efectiva.
Ahora bien. ¿Qué es lo que sorprende? Pues que hace apenas unos días el IFT resolvió que no existen agentes económicos con poder sustancial en la TV de paga, y ahora el propio regulador, en voz de Luis Fernando Peláez, Coordinador Ejecutivo de la Presidencia, ya esté invitando a Telmex a entrarle a este mercado. ¿Cuál es la prisa?
Hay que recordar que desde su origen Telmex tiene prohibido en su título de concesión prestar servicios de TV. También hay que recordar que a Telmex no se le puede modificar su título de concesión, hasta en tanto no deje de ser preponderante en el mercado de las telecomunicaciones, como fue declarado por el mismo IFT hace dos años.
Ahora el IFT apenas va a entrar a revisar los efectos en el mercado de tales declaraciones de preponderancia. El órgano regulador analizará si las medidas regulatorias asimétricas, impuestas a este agente, han tenido un efecto positivo, o no, en las condiciones de competencia. Este análisis terminará en noviembre de este año.
Parece muy prematuro, y hasta irresponsable, que el IFT esté convocando a Telmex a que presente solicitud para prestar servicios de TV de paga. La reforma en telecomunicaciones es de un enorme calado. Sus efectos van a tomar tiempo, varios años. Para que Telmex pueda brindar TV faltan muchas cosas primero. No hay que predisponer o acelerar procesos marcados en ley.