En el Mobile World Congress de Barcelona, México fue galardonado con el Government Leadership Award 2016 por la reforma en telecomunicaciones del 2013. Me parece un reconocimiento justo y bien merecido. Antes del presidente Peña Nieto y desde Ernesto Zedillo, todos los gobiernos y administraciones en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones se habían limitado a simular que regulaban a una industria disfuncional en donde América Móvil, y particularmente Telmex, que controlaba la interconexión de todo el sistema, imponía su ley, sus precios y sus caprichos.
Fueron la voluntad del presidente Peña Nieto y su capacidad de negociación política las que lograron concretar una reforma constitucional que para muchos se antojaba imposible. Es cierto que en el toma y daca se colaron algunos errores, como ese absurdo neopopulista impuesto por el PAN y llamado “red compartida mayorista”, pero en su conjunto es una reforma de gran calado que ya está transformando los sectores telecomunicaciones y radiodifusión.
La reforma constitucional fue certeramente robustecida por el Congreso de la Unión, que ante la tibieza del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) precisó la regulación asimétrica del agente económico preponderante en telecomunicaciones y le impuso obligaciones que el IFT intencionalmente omitió para beneficiar a América Móvil. Así, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión prohibió que Telmex y Telcel cobraran distinto por llamadas dirigidas a números dentro de sus propias redes respecto de aquellas dirigidas a las redes de sus competidores, eliminó el cobro de larga distancia y roaming nacional así como el pago de tarifas de interconexión a Telmex y Telcel.
Estas medidas, todas ellas impuestas por la ley, son las que han tenido como efecto la reducción en los precios de los servicios de telecomunicaciones que se han visto reflejados en la baja inflación que reportan el Inegi y el Banco de México. Como puede ver, ninguna de ellas tiene que ver con una competencia efectiva en el mercado o con efecto alguno de las medidas en materia de preponderancia impuestas por el IFT a América Móvil el 6 de marzo del 2014.
Las ofertas públicas de referencia para el uso de infraestructura pasiva de América Móvil sin precios (que por cierto el IFT se niega a fijar aun en caso de desacuerdo), la oferta para la desagregación de la red local de Telmex que entró en vigor el 1 de enero del 2016 y la reducción de más de 40% en menos de dos años en las tarifas de interconexión que América Móvil paga a sus competidores, distan mucho de ser medidas que fomenten la competencia y, mucho menos, que hayan tenido algún efecto en la conformación de un mercado más competitivo.
Todo lo contrario, desde que el IFT empezó a descafeinar la reforma, el mercado móvil se concentró aun más: pasamos de cuatro a tres operadores. AT&T tiene hoy menos usuarios que los que tenían Iusacell y Nextel de manera conjunta. Telcel sigue acumulando usuarios y espectro, muy por encima de sus competidores. Ningún competidor usa la infraestructura pasiva de América Móvil ni la red local desagregada de Telmex. Los MVNOs que han firmado contratos con Telcel son sólo una simulación, ya que ninguno de ellos opera. La robusta competencia que dice enfrentar América Móvil de los MVNOs no llega a 0.7% del mercado.
Con este escenario, el IFT analizará a profundidad sus cosméticas medidas de preponderancia y, tomándose sus buenos ocho meses de meditación, reflexión, baños de temazcal, introspección, ponderación, cavilación, saludos chamánicos al sol y a los cuatro puntos cardinales, concluirá que vamos a toda madre, que el preponderante no es preponderante, que la culpa es de los tlaxcaltecas y de las empresas extranjeras que nos quieren vender espejitos.
Cambiando de tema: ¿cuántas veces debo recordar que China Telecom es propiedad del gobierno Chino y, por tanto, no puede ser propietaria directa o indirectamente de vías generales de comunicación tales como la red compartida mayorista? ¿De verdad el gobierno va a violar la ley de una forma tan burda?