Roberto García Requena | La Razón | 29 Abril 2016
Se habla de preponderancia o dominancia de cierto agente económico, en un determinado mercado, cuando dicho agente es capaz de desplazar a la competencia, imponer barreras de entrada o influenciar el equilibrio de precios.
En el caso particular de las telecomunicaciones, la preponderancia del agente económico con poder de mercado ha sido una constante. Por ello, a nivel internacional, se han creado órganos reguladores que se encarguen de fijar medidas asimétricas a los agentes preponderantes, con el fin de propiciar un entorno competitivo, en beneficio de los consumidores.
México no es la excepción, y aunque un poco tarde en el contexto internacional, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) declaró como preponderantes a Telmex/Telcel (América Móvil) en las telecomunicaciones, y a Televisa en la radiodifusión. Estas empresas ya están sujetas a una regulación específica.
Lo traigo a colación por la entrevista realizada este martes pasado al reconocido economista Felipe Buitrago, exfuncionario del BID. Buitrago hace un símil de la experiencia regulatoria en los casos de Colombia y México, donde el agente preponderante es el mismo: América Móvil, con sus marcas comerciales Claro en Colombia, y Telmex/Telcel en México.
Buitrago señala como coincidencia, la excesiva concentración del operador preponderante. En el caso colombiano América Móvil ostentaba el 65 por ciento del mercado, mientras que en el caso mexicano es cercano al 70 por ciento. En ambos casos, como parte de la regulación específica, se le impusieron a este agente tarifas de interconexión asimétricas respecto al resto de los operadores.
De acuerdo con Buitrago la temporalidad de la regulación asimétrica no debe de ser permanente. Pero sí lo suficientemente larga para garantizar que el desbalanceo del mercado se haya eliminado, y que existan condiciones de competencia efectiva, en las que ningún operador pueda imponer condiciones o desplazar a sus competidores.
Estos comentarios se dan en el contexto de la revisión que está realizando el IFT, a dos años de las declaraciones de preponderancia. Si bien la regulación asimétrica ya entró en efecto, los datos duros, que el mismo regulador ha aportado, no desprenden que América Móvil haya perdido participación de mercado en estos dos años. Se ha mantenido prácticamente constante su rebanada del 70 por ciento.
Es claro que la regulación específica tiene que persistir, e incluso, vigorizarse. Lograr condiciones de competencia en los mercados de las telecomunicaciones ha tomado años, hasta décadas en algunos casos, en países que ejercieron regulaciones asimétricas a los preponderantes. El IFT no puede bajar la guardia.