Vía La Lista
Hollywood en sí es una novela dramática. Durante los últimos años los reclamos en la industria han acusado explotación laboral, discriminación por motivos de raza, orientación sexual, género, edad, y acoso sexual, este último incluso fue el inicio del movimiento #MeToo en donde muchas actrices encararon a sus acosadores logrando el despido de actores y directores de alto perfil dentro del negocio de entretenimiento, así como la viralización y adopción de esta activación social a otras industrias en donde también se tomaron medidas al respecto.
Hoy el tema es otro pero igual de grave. El 13 de Julio actores miembros del sindicato SAG-AFTRA decidió ir a huelga alegando el pago de regalías por las transmisiones de los contenidos que son transmitidos por servicio de streaming (Over The Top. OTT, por sus siglas en inglés), derechos de uso de su imagen en piezas publicitarias y de mercadotecnia, así como las condiciones de trabajo en las películas y programas de televisión en las que no cuentan con horas suficientes de descanso y eso les provoca deterioro de su salud física y mental.
La huelga del sindicato de actores SAG-AFTRA ha causado un detrimento en la producción de películas y televisión, y abrió finalmente la caja de pandora para los estudios de Hollywood que históricamente no han sido compartidos con las ganancias en el pago de regalías en servicios de transmisión con los actores, además de que sus contratos son sumamente restrictivos con respecto a permitirles opinar en el uso de su imagen para temas promocionales.
Los OTT suman al problema, no pagan impuestos en diferentes países debido a su naturaleza global y a que su tecnología de transmisión requiere pagos también en línea, poniendo a las autoridades fiscales locales en dilema al no tener domicilio establecido ni presencia física en los países donde ofrecen sus servicios para cobrarles, un modelo que les asegura mayores ganancias más aún si además no tienen obligación de pago de regalías a actores que aparecen en sus contenidos. Maravilloso esquema de negocios, ¿no crees?
No obstante, la huelga de Hollywood ha tenido un impacto negativo en los operadores OTT de varias maneras, provoca una escasez de nuevo contenido, y además debido a las peticiones motivo del paro tendrán que hacer nuevas negociaciones con los estudios de cine y televisión para crear nuevos contratos y/o licencias para poder volver a transmitir contenidos.
Así como la huelga de escritores de Hollywood de 2007 y 2008 trajo un impacto económico en el bolsillo del consumidor, hoy las consecuencias financieras directas para los OTT en el pago de aumentos en las licencias para ofrecer contenido se verán reflejadas en su facturación mensual de sus usuarios, quienes ya de por sí han tenido que contratar diferentes plataformas ante la especialización de oferta de contenidos que transmiten servicios como: Disney +, Fox Sports, HBO+, por mencionar algunos, además de haber tenido que incrementar la factura de servicio de internet para poder gozar de una calidad plena de películas y series.
Desde antes de la pandemia y empoderado por la misma, el consumo de entretenimiento ha demostrado un impacto económico y hasta cultural en sociedad. El efecto mariposa podría ser benéfico para el crecimiento de plataformas digitales basadas en imágenes y video, como lo sería el caso de TikTok, pero tendrá costos dramáticos para miles de personas, desde escritores, hasta quienes trabajan en producción, distribución y mercadotecnia de contenidos audiovisuales.
En toda crisis hay una oportunidad. El que finalmente los actores del sindicato SAG-AFTRA votarán con ir a huelga, debería traer beneficios de equidad financiera para toda la industria de entretenimiento; los actores y escritores al obtener más poder y control sobre su profesión podrán realizarla bajo mejores condiciones que les permitirán mejorar la calidad de su trabajo en beneficio de todos, incluyéndonos a nosotros los consumidores.