Ícono del sitio IDET

La triple transición

 

 

 

 

Rodrigo Pérez-Alonso | Dinero en Imagen | 28 de enero de 2016.

China es hoy la segunda economía más grande del mundo y con uno de los mayores crecimientos sostenidos. Al menos en papel, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional, la economía china creció a un ritmo de 6.8% durante 2015; muy por arriba de otras economías, pero debajo de sus propias proyecciones.

Hace unos días se llevó a cabo en Davos, Suiza, el ritual anual de altos tomadores de decisiones políticas y económicas. En el Foro Económico Mundial de 2016, celebrado la semana pasada, hubo mucha expectativa sobre la volatilidad económica y las fluctuaciones de los tipos de cambio de las monedas de los países emergentes. Es ahí donde el tema dominante fue la desaceleración de China y el efecto de los precios de las materias primas como el petróleo.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, fue quizás la voz más contundente en cuanto a las perspectivas de crecimiento mundial y el rol de China. Desde su perspectiva hay una triple transición de la economía de ese país: la transición de una economía de industrias a la prestación de servicios, la de mercados de exportación hacia la de consumo interno y la de inversión hacia un mercado de consumo.

La realidad es que China es ahora un gigante que en muchos sentidos vivió por años un efecto parecido a Disneylandia: todo se ve como una fantasía, pero es en verdad un gigante escenario de tablaroca y luces. Por años su crecimiento se basó en exportaciones de la mano de mano de obra barata, industrias altamente contaminantes y con estándares deplorables de protección a los trabajadores, poco consumo interno e inversiones destinadas a inflar los números económicos.

La desaceleración de China ha causado el mismo efecto en economías emergentes con la subsecuente salida de capital e inversión hacia lugares más seguros como Estados Unidos. Si a esto le añadimos que los precios de las materias primas, como el petróleo, han ido en caída libre durante varios meses, se presenta una mezcla perfecta para las presiones que ahora viven países como Brasil y Rusia y devaluaciones significativas de sus monedas.

Por fortuna, México tiene números macroeconómicos sólidos y ha sorteado bastante bien la tormenta.

EN OTRA FRECUENCIA…

La semana pasada se cumplieron los 90 días impuestos por el Instituto Federal de Telecomunicaciones para celebrar los convenios de cesión de derechos de la fibra óptica de la CFE y clientes a Telecomm-Telégrafos. Se cedieron alrededor de 10 contratos, pero la CFE mantendrá 90% de la facturación. CFE cederá dos hilos de fibra óptica prendida y dos hilos de fibra óptica obscura y se hará una transición paulatina.

Telecomm será entonces uno de los ejes principales de la política de telecomunicaciones de esta administración. Jorge Juraidini ha hecho un excelente trabajo de mantener a flote y reestructurar a la empresa. Aún existen riesgos inherentes que pueden pesar para su operación futura y la operación de esta red; entre ellos, la derrama económica de los servicios que presta gratis al Poder Judicial Federal en envío de telegramas, un servicio obsoleto establecido en la Constitución y la leyes.

Salir de la versión móvil