A partir de la semana pasada, los usuarios de varios servicios OTT (over-the-top) comenzaron a recibir correos electrónicos avisando sobre un incremento en el precio de los servicios contratados. Este ajuste deriva de la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a partir de junio de 2020.
Es importante recordar que, en diciembre de 2019 fueron aprobadas modificaciones a la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA). El objetivo de las mismas consiste en cubrir un hueco fiscal que se encontraba pendiente, es decir, gravar la prestación de servicios OTT por parte de empresas extranjeras sin establecimiento en México.
El plazo establecido para implementar dicho impuesto fue de un semestre por lo que, a partir del 1º de junio, las plataformas digitales que ofrezcan sus servicios estarán obligadas al cobro del IVA por 16%. Este impuesto, por su naturaleza, recae en el usuario final, traduciéndose, necesariamente, en un aumento efectivo en el precio de las suscripciones y la adquisición de servicios por medios digitales.
En este sentido, la autoridad ha dado un paso positivo al cubrir el limbo fiscal y de participación en la economía mexicana en el que se encontraban las empresas foráneas; sin embargo, será importante estudiar el impacto que tenga este impuesto en el mercado relevante de cada servicio o plataforma digital, pues los efectos pueden ser diversos en algunos casos. Es decir, la imposición fiscal a aquellos servicios o plataformas de productividad o desarrollo de capital humano puede provocar consecuencias diferenciadas entre mercados.
Cabe mencionar que 50 países han establecido medidas relacionadas con gravámenes al consumo para la economía digital con fines recaudatorios, de redistribución del ingreso y con fines pro competitivos en el mercado. Destaca en esto, la Unión Europea.
En México se estima un total de 9.6 millones de suscripciones a servicios OTT, mercado que, desde 2015, ha crecido 210%. Esta tendencia modificó radicalmente la estructura de mercado para los competidores; es decir, los operadores de TV abierta y de paga ahora se enfrentan con mayor número de oferentes.
Aunado a lo anterior, en México, las OTT exentaban la recaudación de tasas impositivas, como el IVA, otorgando una clara ventaja respecto al precio ofrecido al usuario final.
Si bien la implementación del impuesto llega en una época de desaceleración económica con un claro impacto en los hogares y los usuarios finales, esta imposición fiscal emparejará el piso competitivo del mercado de servicios audiovisuales generando efectos positivos en el mediano y largo plazo para el consumidor final.