A un par de días de que concluya el presente año, resulta oportuno revisar qué temas estarán en la agenda de las telecomunicaciones de nuestro país y a nivel internacional para el 2016. En el caso de México, sobresalen la licitación de concesiones en la banda de frecuencias denominada AWS y la licitación del contrato de Asociación Público Privada (APP), para explotar la banda de 700 MHz bajo la figura de red compartida mayorista. Asimismo, el 2016 será el año donde se podrá observar si las ofertas de referencia que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha aprobado a América Móvil y Telmex, partes del agente preponderante en el sector telecomunicaciones, realmente contribuirán a consolidar un escenario de competencia efectiva en nuestro país o si sólo habrían sido un oasis en ese largo trayecto, en pos de lograr un sector de telecom verdaderamente competitivo en México.
En el caso de la banda AWS, la semana pasada comentamos en este espacio la complicación que surge al ya no participar Telefónica en ese proceso, particularmente porque se abre la posibilidad de que América Móvil se quede con buena parte de lo que estará licitándose, porque el diseño de las bases de la licitación así se lo permite y, paradójicamente, salir fortalecido frente a sus competidores y con mayor capacidad para seguir imponiendo su divina voluntad, tanto sobre su competencia como sobre los usuarios.
En el caso de la licitación del contrato de APP para explotar la banda de 700 MHz bajo la figura de red compartida mayorista, hay aún varias incógnitas sobre la viabilidad de este modelo. Así que apenas al término del mes de enero, cuando se pongan las bases a disposición de los interesados, sabremos quiénes son los que realmente creen que podrán explotar esta red y obtener una rentabilidad en el largo plazo. El experimento es seguido de cerca por países como Sudáfrica, que tienen en mente un proyecto similar.
En otras latitudes también hay temas clave para el sector telecomunicaciones sobre los que deberá conocerse alguna decisión de las autoridades correspondientes. En Estados Unidos, por ejemplo, al cierre del primer trimestre estará llevándose a cabo la tan esperada subasta incentivada, mediante la que el órgano regulador de ese país, la FCC, pretende recuperar frecuencias que hoy se usan para televisión abierta, pagando un incentivo para ello a los actuales titulares de esas licencias, para que una vez en manos de la FCC, se pongan a disposición del mercado para ser explotadas para servicios de banda ancha móvil. Habrá que estar atentos al desarrollo de esa subasta. Asimismo, en el 2016, la FCC deberá resolver si los servicios de video que se prestan a través de Internet, conocidos como OTT, se incorporan a la definición regulatoria que se emplea en ese país para regular a los servicios de televisión de paga tradicionales o no. Se trata de una decisión de enorme trascendencia que seguramente, en México, el IFT seguirá de cerca. En Latinoamérica, habrá que seguir de cerca lo que el gobierno del presidente Macri resuelve en el contexto institucional, particularmente a la luz del caso de los entes reguladores Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aftic), en los que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó enquistados directorios (equivalente al pleno del IFT) plagados de funcionarios afines a su credo populista. Se trata de un primer desafío de la nueva administración al entramado legal e institucional que heredó Fernández de Kirchner, que no necesariamente se apega a las mejores prácticas internacionales.
Aprovecho esta última colaboración del 2015 para desearles un gran 2016, lleno de logros personales y profesionales. ¡Feliz año nuevo!
