2020.04.20
Vía El Heraldo de México
Ante la emergencia sanitaria que está enfrentando el mundo, las principales empresas tecnológicas y proveedores de servicios de telecomunicaciones han sumado innovación tecnológica para aportar datos sobre movilidad social y desarrollar software capaz de recabar información valiosa para hacer frente a la propagación del COVID-19 y disminuir sus efectos adversos.
Google ha revelado datos anónimos sobre la ubicación y movimiento masivo de personas en 131 países. Esta medida permite evaluar las medidas de distanciamiento social implementadas por los gobiernos y, a la vez, identificar lugares de elevada afluencia de personas donde, por tanto, el riesgo de propagación del virus es considerable.
Adicionalmente, Apple y Google anunciaron el desarrollo en conjunto (algo nunca antes visto) de un software de rastreo, el cual funciona por medio de teléfonos móviles. Este software utiliza la tecnología bluetooth de los equipos para determinar si se ha estado cerca de alguna persona detectada con el virus que provoca COVID-19 y, de esta manera, promover el autoaislamiento.
Lo sorprendente de este tipo de proyectos es su alcance potencial. Se podría aprovechar tecnología de rastreo de los 3 mil millones de smartphones alrededor del mundo.
En México, algunos operadores móviles han proporcionado al gobierno de la CDMX información sobre la cantidad promedio de teléfonos registrados en cada radio base por día y por hora. Esta información es útil en la detección de zonas de alta concentración popular, pero no revela per se los nodos de contagio a diferencia de la solución planteada por Google y Apple.
Es importante mencionar que todas estas medidas han sido cuestionadas en términos de la violación de algunas leyes y principios sobre la exposición, uso y manejo de datos personales. Sin embargo, las empresas estipulan consistentemente que la información proporcionada es anónima y que, inclusive, en algunos casos se encuentra encriptada de manera que los datos e identidad de los usuarios está debidamente protegida.
Vale la pena preguntarse si ante situaciones únicas, como esta pandemia, es preferible actuar de manera inmediata sacrificando algunos derechos para implementar políticas públicas inmediatas que salven vidas o resguardar nuestra información a toda costa. Sin lugar a dudas un tema que requiere mucha discusión.
A pesar de que algunos epidemiólogos advierten que el rastreo de contactos digitales puede no ser una solución eficiente para controlar la propagación del coronavirus, la información que vertimos a nuestros dispositivos sobre nuestra ubicación contribuye más que lo que resta en esta batalla tan importante que estamos librando.
