Como usted recordará, apenas en mayo pasado la investigación periodística de Javier Tejado Dondé en el El Universal, sacó a la luz la simulación orquestada por Javier Pérez de Anda, dueño de Radiorama y uno de los mayores radiodifusores del país, para adquirir 37 concesiones de radio en igual número de ciudades sin cumplir con los requisitos en materia de competencia económica y además obtener un generoso descuento de 15% en la asignación de las mismas, como si fuera un nuevo competidor. Todo esto a través de una empresa de papel controlada por un prestanombres casado con una de sus sobrinas: Tecnoradio.
Por supuesto, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), encargado de aquella licitación, no vio ni oyó nada hasta que la prensa le hizo el trabajo y publicó la relación de Pérez de Anda con Tecnoradio. Fue gracias al trabajo periodístico que esta simulación fue impedida y no por el trabajo de investigación en materia de competencia económica supuestamente realizado por parte del todopoderoso IFT.
Pues bien, parece que la historia se repite y una vez más el IFT no ve lo que no quiere ver, y modifica sus propias reglas y determinaciones a conveniencia de intereses particulares. De acuerdo con una investigación publicada esta semana por Reporte Índigo, el IFT asignó la última estación de radio FM disponible en la Ciudad de México a una empresa asociada a Radio Centro, otro de los grandes grupos radiofónicos, violando sus propios lineamientos y tratando de hacer pasar a XEINFO como una pequeña y solitaria empresa de AM propiedad de la familia Henkel, cuando en realidad la planta transmisora, el domicilio y los apoderados son los mismos de Radio Centro en la Ciudad de México.
Es muy grave que, otra vez, el IFT asigne estaciones de radio a grupos de interés económico que ya concentran un gran número de concesiones y frecuencias en el país, pasando por alto todas las disposiciones en materia de competencia económica establecidas en la ley y actuando con una más que sospechosa negligencia, pero más grave aún es que el regulador viole sus propios lineamientos para favorecer a un grupo sobre los demás.
De acuerdo con los lineamientos aprobados por el propio IFT y publicados en el Diario Oficial de la Federación, para el procedimiento de cambio de frecuencias AM por FM se debían seguir los siguientes criterios: 1) en primer lugar los espacios serían para concesiones de uso público del Ejecutivo federal; 2) en segundo lugar, se asignarán a los interesados que no tengan otras concesiones de FM en la localidad en la que están interesados en competir (en este caso la Ciudad de México) y que no estén ligados a grupos de interés económico que tengan estaciones de FM (en el caso, Radio Centro), y 3) en caso de que hubiera frecuencias disponibles después de cumplir con los criterios anteriores, se debería haber realizado un sorteo entre los interesados. Así lo hizo saber al pleno del instituto el jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos, Carlos Silva, y el comisionado Javier Juárez.
De acuerdo con la información publicada por Reporte Índigo, la empresa de Henkel-Radio Centro (XEINFO) no cumplía con el requisito establecido en el numeral 2) del párrafo anterior, por lo que en opinión del área jurídica del IFT y del comisionado Juárez, debía haberse asignado mediante sorteo entre todos los interesados. La mayoría de los comisionados, sin embargo, consideraron que independientemente del texto de sus propios lineamientos, la última estación de FM en la Ciudad de México se asignaría a XEINFO, porque era la que menos cantidad de frecuencias tenía en el territorio nacional. El argumento del IFT, como se puede ver, viola sus propios lineamientos y, al igual que en el caso de Tecnoradio, le pretendieron dar a XEINFO el carácter de nuevo entrante para, con ello, supuestamente fomentar la competencia y la pluralidad en la radio.
Parece que, con eufemismos y palabras políticamente correctas, la Unidad de Competencia Económica del IFT, encabezada por Georgina Santiago, y el pleno del instituto, quisieron evitar el sorteo para beneficiar a Henkel-Radio Centro, en perjuicio del resto de los interesados.