2020.05.26
Vía El Economista
Al igual que las conferencias de prensa ya conocidas como “la mañanera”, los mensajes que difunde el presidente López Obrador los fines de semana a través de YouTube, se han convertido en una fuente de afirmaciones que se apartan de la realidad o que incluso llegan a describir o referirse a situaciones que solo están en la mente del presidente. La más reciente, fue la que hizo en su mensaje del domingo pasado, en el que citando una frase coloquial de un ex gobernador de Tabasco, que ante alguna situación habría dicho “tan bien que íbamos”, frase que en opinión del presidente López Obrador, aplica para el caso de México en el momento en que se atravesó la pandemia del Covid-19.
En el caso de nuestro país, está ampliamente demostrado que, lamentablemente para la visión del presidente, las principales variables que sirven para evaluar el desempeño de una economía contradicen su afirmación. No, no hay forma de poder sostener “tan bien que íbamos”. Ahí están los datos sobre el crecimiento del PIB, que al cierre del 2019 decreció en 0.1% respecto a 2018. Por otro lado, están los datos sobre el número de empleos creados, que previo a la pandemia crecía de manera anémica, muy por debajo de las promesas del actual gobierno. De igual forma, la inversión, tanto pública como privada, ha caído de manera importante en estos 18 meses de la 4T. En el 2019, el mal desempeño del PIB provocó que cayeran los ingresos del sector público, al grado de orillarlo a recurrir al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para tomar de ahí 125,000 millones de pesos, para poder hacer frente a los requerimientos previstos en el presupuesto. Así que no íbamos tan bien.
De hecho, los pronósticos de crecimiento para la economía mexicana en este 2020 previos a la pandemia, no eran nada prometedores. Se anticipaba otro año complicado. Por ejemplo, Bank of America estimaba en enero de este año que el PIB de México crecería a solo 0.9% en el 2020, o bien, los analistas encuestados por Banco de México anticipaban en diciembre del año pasado que en el 2020 creceríamos apenas 1.1 por ciento. Frente al mal desempeño del 2019, una tasa de crecimiento de alrededor de 1.0% para el 2020 se antojaba ya como francamente mala.
Ahora bien, ayer justamente, Bank of America dio a conocer la nueva revisión de su estimación de crecimiento del PIB de México para el 2020 y 2021. Para el 2020, estiman que el PIB caerá en 10%, frente a una caída de 8% que estimó previamente; para 2021, de una tasa de crecimiento de 4.5% que estimaba hace cerca de dos meses, ahora la redujo a solo 2.0 por ciento. Estos datos, junto con el del 2019, y suponiendo que del 2022 al 2024 pudiéramos crecer aunque sea a la tasa promedio de crecimiento del PIB de México en este Siglo XXI, que ha sido de 2.1%, resultará que en los seis años de 4T, habremos crecido a una tasa promedio anual de -0.4 por ciento. No hay forma de lograr aunque sea en el sexto año de este gobierno una tasa de 6% como ofreció el presidente ayer. Así que al término de este sexenio habremos retrocedido, serán seis años perdidos en realidad. En todo caso, se dirá “tan mal que nos fue”.