2017-11-07
La semana pasada, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), decidió las tarifas para conectarse entre empresas telefónicas, la llamada interconexión, y la molestia de las principales empresas telefónicas extranjeras en México, la norteamericana AT&T y la española Telefónica Movistar, fue evidente. La primera calificó de decepcionante la resolución del IFT y la segunda señaló la decisión como una falla en la reforma de telecomunicaciones, y advirtió sobre serias consecuencias para la competencia y los consumidores mexicanos.
Declaraciones muy fuertes para empresas que, por lo general, son recatadas al referirse a las autoridades mexicanas y más tratándose de su regulador: el IFT. AT&T cuenta con 13.8 millones de líneas telefónicas y Telefónica con 24.5 millones, así que hay que tomar con seriedad sus quejas.
Pero, vayamos al fondo, ¿tiene razón la queja de AT&T y Telefónica?
En parte sí y en parte no. No tienen razón en cuanto al fallo del IFT per se, pues el instituto fue obligado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a dar marcha atrás a las tarifas de interconexión y poner, para el inicio de 2018, nuevas tarifas. Éstas últimas sí disminuyen en 55% las asimetrías que había entre ambas telefónicas y Telcel, que tiene 73.3 millones de líneas (esto es, ambas empresas apenas llegan, juntas, a la mitad de las líneas de Telcel, así que el margen de mercado de Telcel es enorme). La decisión del IFT, una vez ordenada por la SCJN, parece estar apegada, en el fondo, a los modelos de costos que se hicieron en consulta pública y, contrario a lo que generalmente han sido las formas del instituto, éste comunicó adecuadamente su metodología e hizo público un resumen ejecutivo del porqué de su decisión. Además, también de manera poco usual, hubo una votación unánime (siete votos).
En lo que sí tienen razón AT&T y Telefónica –y el resto de las empresas telefónicas— es en que Telcel-Telmex han ganado de todas, todas, en el IFT. Así, les han permitido acumular más espectro en una de las bandas más eficientes (la de 2.5 GHz) y comprarlo a su socio MVS-DISH cuando este espectro no ha estado disponible para otros, lo que da ventajas para la implementación de las nuevas tecnologías y equipos. Las quejas que han presentado, por cientos, en materia de interconexión, no han sido resueltas y las quejas que las televisoras presentaron por la concentración no autorizada entre Telmex-DISH, en la parte de telecomunicaciones, lleva más de cinco años en estudio. Finalmente, la separación funcional de Telmex o la “desagregación” de su red sigue pendiente.
Con todo ello, Telcel no ha tenido problema en mantener su preponderancia en telefonía en un 65% y la queja es que no se le mide con la misma “vara” que al resto de las empresas.
¿Subirán las tarifas telefónicas que hoy pagamos?
No está aún del todo claro. Yo desearía y pensaría que no, que con la competencia que hay ya nadie se puede dar el lujo de subir precios y perder clientes. Lo que sí lamento es que se acabó la reducción de precios que venía observándose sostenidamente desde hace tres años. Esto por el sorpresivo fallo de la SCJN que a su vez se tradujo en nuevas tarifas dictadas por el IFT.
También, creo que hay riesgo de que, al Telcel tener mayor flujo por la interconexión (más de lo que había recibido desde 2015) y su competencia, a la inversa, menos, se podría dar el caso de que Telcel siga bajando precios y que su competencia ya no pueda. Esto es, que AT&T y Telefónica no puedan replicar los planes tarifarios de Telcel, lo que en el mediano plazo las dejaría fuera del mercado, algo que se conoce como price squeeze y ya lo aplicó Telmex a Avantel, Alestra y Marcatel al inicio de la apertura telefónica en los 90. Una vez que eliminó a su competencia, impidió que los precios bajaran de la forma en que aconteció en el resto del mundo, con lo que nos quedamos, cerca de 10 años, con precios altos y calidad deficiente en comparación con otros países.
Así que, en el mediano plazo –unos tres años— sí veo riesgo de que los precios de la telefonía en México se vuelvan rígidos nuevamente. Esto es, precios menos competitivos que en el resto del mundo.
Telcel ha operado eficientemente en lo político y en lo jurídico, mientras que AT&T y Telefónica se confiaron de todo tipo de promesas y ahora les han cambiado el tablero del juego. Falta también ver cómo el IFT actúa en los siguientes meses, con definiciones clave por venir. Deberíamos ver que asegure una competencia sana entre operadores telefónicos. Ojalá así lo haga en beneficio de los millones de consumidores mexicanos.
Cambiando de tema…
* Medios y Elecciones: tal parece que, a ocho meses de las elecciones presidenciales de 2018, los medios de comunicación ya no sólo reportan respecto del proceso electoral, si no que se están volviendo parte en buena parte por el absurdo modelo de comunicación electoral que tenemos.
Unos ejemplos: i) Efekto TV, un canal de TV restringida, propiedad del mismo consorcio mediático que Reporte Índigo, está siendo denunciado por Morena al transmitir un programa denominado Diálogos Galileos conducido por Fernando Belaunzarán, quien es coincidentemente parte de la corriente Galileos del PRD. ¿Es un programa de debates o es una adquisición indebida del PRD? Ahí el debate y lo que el INE tendrá que investigar. Pero mientras tanto, todos los sistemas de TV restringida del país están bajo investigación. ¡Absurdo!
ii) El PAN manda un spot, con cargo a tiempos de Estado, para criticar a EL UNIVERSAL. Tengo dudas de que sea legal utilizar una prerrogativa del Estado para mencionar en un contexto negativo a medios de comunicación y/o comunicadores. En el colmo de lo absurdo, si EL UNIVERSAL quisiera responderle al PAN, mediante otro spot, no podría, pues la transmisión de spots para temas político y electoral es algo que sólo pueden hacer los partidos políticos.
iii) El canal de televisión estatal rusa, Rusia Today (RT), que se define a sí mismo como “el primer canal de TV ruso en español con alcance mundial. Les brindamos las noticias que realmente importan”, está muy activo opinando de las elecciones en México. Desde negando cualquier injerencia rusa en México, pero al mismo tiempo criticando al aspirante priísta José A. Meade al señalar que es “la viva imagen de la continuidad de un régimen que ha mal gobernado al país” y también retoma la elección de Enrique Peña Nieto en el 2012, bajo el título Las 5 cosas que Peña Nieto no quiere que el mundo sepa, de tal forma que, a pesar de los esfuerzos de su comunicadora Inna Afinogenova, me quedo con la impresión de que las elecciones en México están en la mira de este canal y hasta de su gobierno. Ahora nada más nos falta que el INE abra oootra investigación contra los sistemas de TV de paga que lleven el susodicho canal.