Guillermo Montero/ Diario de México
Ya pasaron las elecciones en Baja California y ahora sí, todo listo para apagar los viejos transmisores de televisión analógica en la ciudad fronteriza de Tijuana.
Quienes se quedaron sin ver la televisión durante el apagón de mayo, ya tuvieron más de un mes para prepararse para la continuación del evento que quedó en pausa mientras pasaban los tiempos electorales.
Adquirir un televisor o decodificador digital, suscribirse al servicio de televisión de paga o anotarse en la ventanilla de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) -previo cumplimiento de los requisitos- será suficiente para quedar dentro de la digitalización de la televisión tijuanense.
El gobierno hace lo suyo. No obstante que desde 2010 por decreto presidencial debieron tomarse acciones para asegurar la penetración de receptores digitales, o que la transición a la TV digital es una política de hace casi 10 años, no es sino hasta después de Tijuana que se hace algo respecto de la comercialización de aparatos de televisión analógicos.
Tras permitir la venta durante años de millones de televisores que en diciembre de 2015 serán obsoletos, la Cofetel finalmente anuncia la publicación de un proyecto de Norma Oficial Mexicana que asegurará que todos los televisores que se comercialicen en México sean capaces de recibir del aire la nueva señal digital.
En comparación, una de las tantas diferencias que resultaron en una transición exitosa a la televisión digital en Estados Unidos, fue precisamente la prohibición de vender televisores analógicos con una anticipación de más de cinco años.
Me pregunto por qué no se hizo algo similar en México.
Twitter: @monteroamerena
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