Guillermo Montero.
Diario de México
Todavía está en proceso de consulta ante la Comisión Federal de Mejora Regulatoria la resolución de leí Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) con la que, a propuesta del comisionado José Luis Peralta, el pleno autorizó reducir las zonas de cobro de larga distancia telefónica del país de 400 a menos de 200 pesos.
Esta medida repercutirá directamente en beneficio de los bolsillos de la gente. Según cifras de la propia Cofetel, dentro de 10 años los usuarios habrán dejado de pagar cerca de 11 mil millones de pesos en tarifas de larga distancia; dicho de otra forma, se ahorrarán 3 millones de pesos cada día durante los próximos 10 años.
El beneficio no es sólo para los usuarios; la propuesta también generará competencia en donde hoy no la hay y los concesionarios podrán disputarse el multimillonario mercado de larga distancia en todo el país, que hoy en día está prácticamente en manos de un solo operador.
Sin duda es una muy buena medida regulatoria, pero así como le caerá bien a algunos, a otros -como es normal- no.
En el periodo de consulta resaltan los comentarios de cuatro fabricantes de equipo de tele comunicaciones, que si bien no se oponen a dicha medida que además representará para ellos grandes oportunidades de negocio, afirman que los 18 meses que propuso la Cofetel para ejecutar el proyecto es muy poco tiempo. Piden más.
No es raro si se considera que los cuatro son grandes proveedores de Telmex; el único concesionario que ha hecho comentarios en contra del proyecto y que durante más de cinco años ha bloqueado todos los intento5 de la Cofetel por llevarle estos beneficios directamente a los usuarios. Ojalá esta vez no lo logren.