Guillermo Montero
Diario de México
Pareciera que Mony de Swaan tiene como objetivo llevar la prueba piloto del apagón analógico en Tijuana directamente al fracaso. Previendo que la fecha del 16 de abril de 2013 no se va a cumplir, ya hasta ha fracasado en el intento de imputar el fiasco de su actuar a las televisoras y al Congreso de la Unión.
El presidente de la Cofetel quiere financiar la compra y entrega de decodificadores digitales con recursos de un fideicomiso, cuyos fondos deben canalizarse exclusivamente a operadores. Otro preámbulo de infortunio para la prueba piloto.
Por si esto no fuera poco, publica unas bases de licitación prácticamente imposibles de cumplir -a menos que ya se hubiera seleccionado al ganador desde antes-. Por ejemplo, los interesados en participar tendrán tan sólo 20 días para presentar propuestas técnicas y económicas, que garanticen la visita a todos los hogares de Tijuana y la entrega e instalación de 205 mil decodificadores y antenas en un lapso de tres meses. Se deberán planear y costear dos mil 200 instalaciones diarias para poder participar en la licitación.
Además del plan de instalación, es necesario asegurar la entrega de decodificadores a partir del 21 de noviembre; un periodo extraordinariamente corto para probar, elegir y producir decodificadores que cumplan con las características mínimas exigidas por la Cofetel.
Para cerrar con broche de oro, el plan de la Cofetel excluye a todos los hogares de Tecate y de Playas de Rosarito.
Ellos también reciben señales de televisión de Tijuana y deben ser tomados en cuenta en la penetración necesaria para apagar la señal analógica. Muy mal la Cofetel.
