Guillermo Montero
Diario de México
Ayer al mediodía, Enrique Peña Nieto presentó un proyecto que pretende reformar la Constitución en materia de telecomunicaciones y radiodifuen el marco del Pacto por México. El objetivo principal de la iniciativa pareciera acabar con los altísimos niveles de concentración que se observan en nuestro país y aprovechar el desarrollo tecnológico en beneficio de todos. La tecnología ya está emparejada; ahora, hay que igualar las canchas y para ello la iniciativa toma medidas drásticas que por muchos años habían sido obstaculizadas. En el tema de telefonía, los operadores que tengan más de 50% de participación del mercado tendrán que permitir que otros usen su red de acceso para contratar servicios en competencia. En otras palabras, un usuario de Telmex (que atiende a casi el 80% del mercado) podrá contratar los servicios de Axtel, quien a su vez deberá pagar a Telmex por rentarle la infraestructura necesaria para ello. Medida de éxito probado en países que hoy gozan de excelentes niveles de calidad y precio. En el tema de televisión, los que deben estar que brincan de alegría son los de MVS, que después de años negarse a pagar por derechos de retransmisión, ahora podrán aprovechar la señal de Televisa y TV Azteca gratuitamente y retransmitirla a sus tres usuarios de televisión en la banda de 2.5GHz, en lo que la rescata el país para darle un mejor uso. Una reforma prometedora que bien ejecutada mejorará las condiciones de competencia y acceso en el país. A algunos disgustará y quizás tratarán de bloquearla; menospreciando como siempre a sus usuarios.