Guillermo Montero
Diario de México
Admirable pretender que todo México tenga acceso a tecnologías de telecomunicaciones de última generación. Cuestionable que sea a través de una red compartida mayorista. Pero el diablo se frota las manos para cachar a los genios autorales de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, quienes además proponen que el Gobierno monte y opere esta red.
Entre muchas otras genialidades, destaca la grandiosísima idea de usar la banda de 700 MHz, que se le ocurrió a no sé qué mente brillante. La red compartida mayorista en teoría rentará su infraestructura, capacidades y servicios a otros operadores de telecomunicaciones para que éstos, a su vez, comercialicen a la población servicios de banda ancha móvil 4G.
Con escasos recursos, limitadísima capacidad de adaptación tecnológica e inexistente posibilidad de ofrecer servicios directamente a los usuarios finales, una red mayorista operada por el Gobierno no será más que una carga financiera para todos los mexicanos, sin duda no resolverá los problemas de inclusión de la población a tecnologías de información y banda ancha e irremediablemente, después de algunos años de atraso y estancamiento, será privatizada.
En todo el mundo la banda de 700 MHz se ha licitado a capitales privados para fomentar la competencia. En 2008, en EU se recaudaron casi 20 mil millones de dólares y mucha de esa lana se usó justamente para implementar políticas de acceso universal a banda ancha. Aparentemente aquí no necesitamos eso. Al contrario, como sobra lana, mejor gastarla que recaudarla. Aunque de nada vaya a servir a los Mexicanos.
¡De Pena!