Guillermo Montero
Señales
Entristece saber que el sector de telecomunicaciones está hecho un verdadero relajo y por más que es obvia la urgencia de emparejar las canchas, algunos funcionarios con facultades para tomar las decisiones que corrijan esta situación sólo piensan en beneficiarse ellos, a costa de los usuarios.
Dos ejemplos daros de esta raza de “antifuncionarios”, quienes desde la Cofetel y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes han dañado enormemente a los usuarios y a la industria son:
La ex subsecretaría de Comunicaciones, Purificación Carpinteyro, quien regaló a Telmex casi 2 mil millones de dólares. Los pocos meses que estuvo al frente de la oficina fueron suficientes para otorgar a Telmex una constancia de afirmativa ficta que le permitió no alinearse al programa de consolidación de las áreas locales y seguir recibiendo, en promedio, 40 millones de dólares mensualmente desde noviembre de 2008. Hoy, la ex funcionaria es diputada federal y crítica efusiva dé sus compañeros de Legislatura por considerarlos afines a competidores de Telmex. ¿Con qué cara?
El comisionado presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, quien otorga millonarios contratos a quien se le antoja y se vale de cualquier pretexto para brincarse los procesos y concursos que marca la ley. Durante el último año ha canalizado cerca de 100 millones de pesos en asignaciones directas a una universidad y una empresa para desarrollar ¡el mismo proyecto! Este mes, asignará 300 millones para comprar receptores para televisión digital.
¿Y su obligación de regular a la industria? ¿Estará preparándose para cuando salga de la Cofetel?