Guillermo Montero/ Diario de México
Como parte de la reforma económica presentada el domingo, se proponen varias modificaciones a la Ley Federal de Derechos.
Entre éstas figura la actualización del impuesto a la explotación del espectro radioeléctrico, una medida esencial para promover el desarrollo de las telecomunicaciones y para aportar certidumbre a los inversionistas que le entrarán a este jugoso negocio al amparo de la reforma constitucional de junio pasado.
Hay que notar que la propuesta de ley hace una marcada diferencia en el valor de las frecuencias para servicios móviles de cuarta generación, lo que podría generar condiciones contrarias al espíritu de la reforma.
Por ejemplo, para la banda que se adjudicó a Nextel y Telefónica en 2010, se mantiene el pago anual de $34.3 millones de pesos por cada MHz a nivel nacional concesionado, mientras que para la banda del dividendo digital -que se liberará totalmente con la transición a la televisión digital terrestre en 2015- la anualidad por MHz correspondiente será de $102 millones.
Tratándose de la polémica banda de 2.5 GHz en proceso de rescate debido al desuso de MVS, se propone fijar un valor anual de $21.6 millones de pesos por MHz. Valga recordar que, en 2012, por los 190 MHz de espectro, MVS ofreció $104 millones a 15 años. Para el país hoy vale $4 mil millones anuales, ¡vaya oferta!
Quisiera pensar que asentar en Ley tales diferencias al valor del espectro se debe a las características de propagación de cada banda en particular y que además el valor se calculó en función de las inversiones en infraestructura necesarias para lograr la cobertura deseada.
¿Correcto?
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