2018-05-04
Hoy es la clausura de la 59 semana de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT). Se realizará la tradicional comida con el Presidente de la República, además de haber tenido a los candidatos presidenciales como invitados durante estos días. La semana de la CIRT confirma año tras año la relevancia de esta industria en la vida del país.
Pero esta 59 semana en particular se dio en medio de un embate entre los principales grupos radiofónicos de México. Pues resulta que el día inaugural seis empresas de radio (Grupo Acir, Imagen Radio, MVS Radio, NRM Comunicaciones, Televisa Radio y Grupo Fórmula) firmaron un desplegado acusando a Grupo Radio Centro (GRC) de manipular las mediciones de audiencia.
En el desplegado de dichas radiodifusoras se incluye un link en el que se escucha a Toño Esquinca, director de la estación Alfa 91.3, ofrecer dinero a radioescuchas a cambio de contestar favorablemente encuestas de audiencia de radio, a través de diarios.
Ese mismo día en la tarde salió Francisco Aguirre, director de GRC, a negar dichas acusaciones y comentar que a Antonio Esquinca ya se le había amonestado por una iniciativa errada de carácter personal y no corporativa, que podría llegar a malinterpretarse por parte de los radioescuchas.
Adicionalmente, el día de ayer GRC responde con otro desplegado en el que invita a las otras seis radiodifusoras a someterse juntos a una auditoría de mediciones de audiencia, con la contratación de un auditor independiente y con la participación de la sociedad civil. Ya veremos ahora qué contestan los invitados a este exhorto.
Es clara la feroz competencia que existe en el mercado de la radio mexicana, en el cual las empresas se pelean a muerte por ganar unos puntos en las mediciones de rating. Y también parecería que GRC tendría que explicar algo más que un error personal de uno de sus directivos.
Sin embargo, desde mi punto de vista muy personal, creo que es el momento en que la industria de la radio y televisión se tiene que ver unida. Sobre todo después de la pasarela de presidenciables en su semana de “festejo”, y cuando el puntero en las encuestas no es poco probable que, de llegar al poder, tome medidas expropiatorias en contra de varios de ellos.
La nacionalización de estaciones de radio y canales de TV es una característica típica y consistente de gobiernos populistas y autoritarios en América Latina. Ejemplos hay muchos. Recordemos lo sucedido en Argentina y Venezuela como muestra. Tengan cuidado, señores, es momento de mostrar fuerza y no división.