2018-10-05
Desde hace ya algún tiempo ha sido muy sonado, sin embargo cada vez toma más fuerza la noticia de la salida de Telefónica y su marca comercial Movistar de México.
Las razones son variadas, pero entre las principales se encuentran las tarifas de interconexión asimétricas que constantemente solicitó dicha empresa, las cuales no se vieron reflejadas hasta la entrada en vigor de la Reforma de Telecomunicaciones, otra de las principales razones es que con la entrada de la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones se dio una agresiva lucha de precios que comprometió los flujos de esta empresa.
Según los analistas, la filial de Telefónica en México está valuada entre los 1,100 y 1,900 millones de euros (1,264 y 2,184 millones de dólares al tipo de cambio actual), mientras que el reporte de sus ingresos anuales en México es cerca de 1,336 millones de euros (cerca de 1,536 millones de dólares).
En el mercado de telefonía móvil, Telefónica se encuentra en segundo lugar, con el 21.2% de la distribución por número de líneas, muy por debajo de Telcel, que cuenta con un 63.9% y por encima de ATT, con un 13.4%, mientras que en el mercado de Banda Ancha Móvil, Telefónica se encuentra por debajo de sus competidores con el 12%, seguido de ATT con un 15% mientras Telcel se encuentra como líder con un 70.9 por ciento.
Para Telefónica, México ha sido un mercado complicado, en el que “no se estaban obteniendo los resultados esperados”, según precisó José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, a una entrevista realizada por el economista.es, argumenta que gran parte de los problemas se deben a “las condiciones del mercado, tras mencionar que se trata de un país “que ofrece posibilidades de consolidación que su grupo está explorando”.
“Entre estas posibilidades, está la opción de compartir red en algunas áreas como ya sucede con Altan Redes; colaboración que permite a Telefónica reforzar sus servicios con infraestructuras adicionales en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”, según Antonio Lorenzo en eleconomista.es.
Al parecer estos esfuerzos no han sido suficientes para la empresa española, quien prefiere vender sus filiales en México y Centroamérica, para reducir su deuda de forma acelerada. La pregunta importante es ¿quién comprará su filial en México?, ya que por cuestiones de competencia, se vería difícil que este comprador fuera Telcel.
ATT podría estar interesado, o quizá un nuevo jugador en el mercado de telefonía móvil mexicana, el cual, de ser así, debería estudiar muy bien dicho mercado, para plantear una estrategia que, a diferencia de Telefónica, le pueda funcionar.
Veremos qué sucede con este operador en los próximos meses. Al parecer su salida de México es inminente.