Ícono del sitio IDET

Resistencia al cambio


Sobre la reforma en telecomunicaciones se han vertido muchas expresiones y se ha vuelto álgida la discusión por temas más de forma que de fondo. En estos temas, dos fechas para sacar una reforma relevante han pasado de largo: el plazo fijado en la Constitución para que estuviera aprobada el 9 de diciembre de 2013, y un segundo plazo, que incumplió el Senado y que establecía una votación para el 25 de abril.

  Telecomunicaciones no es el único tema atorado en el Congreso de la Unión, pero sí es un tema que al no resolverse causa un daño diario a los consumidores mexicanos. La consultoría CIU publicó la semana pasada que el costo de no tener esta reforma implica que los mexicanos perdemos a diario 576 millones de pesos ¡por cobros excesivos y costos de oportunidad! De ese nivel es el daño para la economía mexicana en su conjunto y para los bolsillos de empresas, gobiernos y ciudadanos.

 Pero también ese es el monto de los intereses que no quieren que haya cambio alguno. Que diario algunos se enriquezcan indebidamente con 576 millones no es cosa menor. Esto suma en un año más de 210 mil millones de pesos. Estas cifras concuerdan con los datos que la OCDE publicó hace unos meses respecto a la pérdida de bienestar en México.

 Y curiosamente es el PRD el partido que más ayuda a que no haya reforma alguna, ni siquiera quieren discusión alguna. El 18 de febrero de 2014 en este espacio adelanté que el PRD tenía una estrategia en marcha para sabotear los temas de las telecomunicaciones y ahora lo hemos visto. Primero, antes de siquiera haber ley alguna, amagaron con interponer una controversia constitucional. Luego, cuando iba a iniciar la discusión, todo el grupo parlamentario del PRD fríe a impedirlo. Argumentando violaciones al procedimiento inexistentes. Y ahora que se ha fijado un tercer plazo para discutir reformas, sale el líder perredista René Bejarano (esposo de la senadora Padierna) a decir que junio es también un mal mes para discutir estos temas, pues se empata con el Mundial de fútbol.

 Así que ninguna fecha, y mucho menos ley alguna, es válida para la izquierda. Razones en realidad no tienen, aunque lanzan cualquier pretexto. En la agenda ni siquiera están temas que la izquierda del mundo enarbolar medios públicos de estado, derecho de réplica.

 En esa línea, se desarrolló una marcha el sábado para hacer una cadena humana que, según datos del GDF, tuvo, cuando más, unas 2 mil 900 personas. El contingente más nutrido, con más de mil participantes, fue el de Sindicatos de Telefonistas (STRM) que es el sindicato de Telmex. También hay fotos circulando en la red con varias personas con camisas de Telmex. Pero el Sindicato de esta empresa no nada más marchó en las calles a favor de mantener el status quo. Se prestó para convocar a una huelga telefónica el día que iban a votar la reforma en telecomunicaciones. Amenazando así al Gobierno con un conflicto mayor.

 Claro, como se difirió la votación de la ley, también el sindicato de Telmex -de la mano de sus patrones difirió el estallamiento a huelga para fecha fritura. Seguramente para cuando se vuelva a agendar discutir la ley, a manera de seguir presionando con marchas y huelgas al Gobierno.

 Y mientras en México se pasman las reformas, el reconocido reporte internacional Global Information Technology Report del World Economic Forum señaló que el País cayó, de un año a otro, 16 posiciones. Siendo ahora en temas de comunicaciones el número 79 de una lista de 148. Esto es muy por debajo del resto de los países con los que nos queremos comparar y apostamos a competir. Nos rebasan de calle países como Chile, Colombia y Brasil. Ya ni compararnos con países europeos o asiáticos.

 El daño a la economía en su conjunto está ahí. Mayores tarifas de las que deberíamos de pagar, cargos extras, llamadas de larga distancia que no debieran ser, caídas de llamadas por las que volvemos a pagar para acabar una conversación, servicios de internet a velocidades menores de las ofrecidas, prácticas anticompetitivas entre operadores telefónicos, derechos de suscriptores violados a diario y usos que atentan contra la privacidad de los usuarios. Pocos sectores de la economía nacional tienen tantos abusos.

Ojalá todos los temas atorados en el Congreso se destraben pronto. Sin ellos, la economía nacional no revivirá y el bolsillo de los mexicanos seguirá siendo lastimado cada quincena. Pero también los consumidores deben de darse cuenta de qué juego están jugando los actores políticos y quién frena los avances que favorecerían a millones de mexicanos. Por lo pronto, queda claro que no hay discusión de reforma alguna y que quienes se opusieron frieron Telmex y sus aliados en el PRD. La razón es no querer modificar el que los mexicanos sigamos pagando los 210 mil millones de pesos que pagamos anualmente de más. Razón de mucho peso. ¿A quién favorece esto?

Salir de la versión móvil