El proyecto de la Red Troncal de Telecomunicaciones forma parte de la estrategia y esfuerzos gubernamentales derivados de la Reforma Constitucional, enfocados en alcanzar un acceso y cobertura universal de las telecomunicaciones entre los mexicanos, en línea con el mandato del artículo sexto constitucional.
¿Su objetivo? Expandir la oferta de infraestructura de redes fijas con el aprovechamiento de la fibra óptica instalada de la Comisión Federal de Electricidad, la segunda con mayor cobertura del país, y su robustecimiento, con lo que se pretende alcanzar una cobertura nacional de esta infraestructura. De este modo, se busca aumentar cobertura, capacidad y calidad de los servicios, especialmente en aquellas regiones remotas con escasa oferta, para así, posibilitar la inclusión digital y el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación.
De esta manera, la Red Troncal se constituye como la contraparte de telecomunicaciones fijas de la Red Pública Compartida que precisamente proveerá servicios mayoristas en condiciones no discriminatorias, venta desagregada, neutralidad tecnológica y a precios competitivos, tanto a concesionarios de telecomunicaciones fijas y móviles como a comercializadores de servicios y Operadores Móviles Virtuales. Ello permitirá a los operadores competidores ofrecer de manera más efectiva y competitiva servicios de voz, datos y video a los usuarios finales.
La importancia de esta red reside no sólo en la búsqueda de materializar un escenario de conectividad en la que una gran mayoría de hogares y mipymes, al menos 70 y 85% respectivamente, cuenten con acceso efectivo a Internet, sino también en que indudablemente será una adición significativa de capital que contribuirá fuertemente a la reducción del déficit de redes que se registra en el sector.
Todo ello ante una creciente demanda de datos por internet que requiere un soporte suficiente de infraestructura para su efectiva transmisión/descarga, aunado a que una gran proporción del tráfico móvil viaja a través de redes fijas.
Es importante que, ante la complejidad técnica y estratégica de este tipo de empresas u operadores, sea el sector público el que mantenga una función de diseño, planeación y supervisión del proyecto y no caiga en la tentación de asumir un rol activo en la operación y provisión de los servicios. Lo anterior, puesto que el ejercicio eficiente y suficiente de recursos tecnológicos y económicos no empata, en lo general, con la vocación de los servidores públicos.
A su vez, la operación gubernamental se ha caracterizado históricamente por sus ineficiencias técnicas y financieras que han resultado en pérdidas multimillonarias para el erario y, consecuentemente, para la sociedad en su conjunto.
Por otro lado, es imperante dotar un sentido de urgencia a la determinación del desarrollador de la Red Troncal, ante las complicaciones que pueden resultar de la coincidencia del calendario de despliegue de infraestructura y del proceso de transición de administración federal.
Desafortunadamente este proyecto fundamental para la materialización de un entorno de conectividad universal fue demorado en su planeación y ejecución. Sin embargo, aún estamos a tiempo de apresurar el inicio de despliegue y operación ante la conveniencia y necesidad de esta red, especialmente a partir de (re)conocer su corte social e intención de proveer cobertura incluso en aquellas zonas de baja intensidad comercial y en las que la sola operación del mercado no ha logrado llegar.