2020.01.03
En una primera entrega se comenzó a enumerar una serie de temas que vendrán en este año en el sector telecomunicaciones y radiodifusión (TV de Grupo Radio Centro, la preponderancia y sus medidas asimétricas, la separación funcional), pero existen otros rubros que serán tópicos de conversación y debate.
Respecto a contenidos audiovisuales, se vendrán ofertas interesantes para los consumidores por parte de proveedores extranjeros (Disney, Apple, Amazon, NBC Universal y Warner debuta en HBO Max) que buscan dominar el mercado nacional, ojala que el Estado Mexicano (no sólo el IFT) siga impulsando una regulación convergente en materia de contenidos que incluya tanto medios tradicionales como las nuevas plataformas por internet. Un primer paso ya se dio: al tercer trimestre de 2020 conoceremos como se reciben los nuevos impuestos a la llamada “economía digital”; aún falta una regulación homóloga en materia de clasificación y programación de contenidos que no caiga en excesos, así como cuotas obligatorias para transmitir producciones mexicanas en las nuevas plataformas.
De la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) depende privilegiar la libertad de expresión y fallar a favor de la reforma en materia de audiencias de 2017 que eliminó la obligación de distinguir con campanillas o anuncios cuando un comunicador emite una opinión o se trata solamente de información; de igual forma corresponderá a la SCJN evitar establecer una sobrerregulación en propaganda gubernamental cuando es una materia que se ha complicado ante la reducción presupuestal, por lo que hacer más restrictivo su acceso podría implicar espacios para la censura.
De igual manera, la Corte deberá fortalecer los criterios establecidos en materia de réplica sería una mala señal que “nuevas reflexiones” lleven a criterios más restrictivos para las actividades de información y opinión, ante todo, se debe procurar equilibrio y no que los jueces adopten una función censora sobre la veracidad.
Así, 2020 traerá interesantes temas, donde la defensa de la libertad de expresión, una mayor competencia y una menor regulación, son los mejores propósitos para el año que inicia y no sólo simulaciones.
En el tema de protección de la libertad de expresión debe existir un apoyo decidido a la violencia contra periodistas y medios de comunicación, pero ante todo se debe evitar reformas legales que bajo “supuestas” buenas intenciones, escondan detalles que impliquen instrumentos de censura, como sería la reforma en materia de violencia de género que está pendiente de dictaminarse en el Senado.
En política pública, el siguiente año será aún muy pronto para ver resultados de la empresa CFE Telecomunicaciones e Internet para todos, así como para apreciar mayores avances en la conectividad social, particularmente ante la austeridad de recursos públicos para estos proyectos; es posible que se adviertan mayores resultados en el adelanto de cobertura de la llamada Red Compartida, de igual manera, hay que voltear a ver el relanzamiento del uso de inmuebles federales para la instalación de infraestructura, la homologación de reformas en desarrollo urbano en estados y municipios para facilitar derechos de vía y acceso, así como fortalecer el sistema satelital mexicano, estarían entre los pendientes.