Ayer entró en operación una nueva cadena de televisión nacional, se llama Imagen TV y es propiedad de la familia de Olegario Vázquez. Al respecto, hay varios mitos que habría que precisar:
1.- ¿Se acabó el duopolio? La verdad es que hace años que el duopolio de la TV (Televisa y TV Azteca) dejó de existir. De hecho, la familia Vázquez tenía operando desde hace varios años ya en la CDMX un canal radiodifundido (TV abierta) llamado Excélsior TV (antes Cadena Tres).
Junto a este canal, también es posible ver otros 16 canales por televisión abierta en la CDMX: Canal 11 del IPN, Canal Mexiquense, Canal del Congreso, Capital 21, Canal 22 de Conaculta y el Canal del OPMA, entre otros, así que la disponibilidad de canales de TV abierta es sobrada, aunque la preferencia se ha concentrado en los canales de Televisa y TV Azteca.
2.- ¿Cuántos canales tienen los mexicanos que cuentan con TV restringida? Un 59% de los hogares tiene acceso a algún sistema de TV de paga. En estos hogares, además de los canales de TV abierta se pueden observar muchos más canales de televisión originados en el extranjero. El número de canales que ofrecen los sistemas de TV de paga varía, pero en promedio se trata de paquetes con al menos 50 canales. Lo curioso es que, con todo y la amplia competencia internacional, el canal más visto en la TV de paga es el Canal 2 y el segundo canal más visto es el mismo Canal 2, menos una hora. Luego aparecen otros canales relevantes como el 5, el 13 y Disney Channel. Esto demuestra el arraigo y la valía hacia los contenidos nacionales.
3.- ¿Cuánto pagó Imagen TV por su cadena nacional? Por su nueva cadena nacional, misma que consta de 123 estaciones, Grupo Imagen pagó poco más de 1800 millones de pesos. Además, ha tenido que invertir unos 10 mil millones de pesos para tener estudios, plantas transmisoras, contenidos y personal. Lo anterior da cuenta de que instalar una infraestructura de TV no es algo barato, con todo y que ya se tenía -por Excélsior TV- algo de esta infraestructura en la CDMX, antenas de radio en otras ciudades y equipo multimedia.
4.- ¿Habrá una nueva cadena de TV? El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha dicho que sí habrá una licitación de nuevos canales de TV, pero no ha definido si éstos son nacionales o regionales. El problema es que el tipo de cambio se ha disparado un 32% desde que Imagen ganó su licitación de TV y, dado que todos los equipos se cotizan en dólares, pero la publicidad que venderían es en pesos, se complica la viabilidad económica de una nueva cadena de TV. Además, hay que tomar en cuenta que el piso de la licitación serán los 1800 millones que ya pagó Imagen, algo que para algunos interesados resulta muy oneroso. Por cierto, si esta licitación se hace, ya va tarde, pues sus bases debieron publicarse hace más de una semana.
5.- ¿Cuál será la estrategia de Imagen TV y cómo impactará en las otras televisoras? El ir ganando audiencias será un proceso lento para Imagen TV. Se especula que luego de varios años podría llegar a una audiencia de entre el 5 y 8% de los hogares. Ante ello, tiene que apostar por la estridencia para ser un medio influyente (líder de opinión) y de ahí construir paulatinamente sus audiencias.
Por su parte, Televisa y TV Azteca se trataron de posicionar antes al cambio. Televisa reformó buena parte de su oferta programática el pasado 22 de agosto y TV Azteca está empujando cambios en, al menos, Canal 7 y Canal 40.
6.- ¿Tiene futuro la TV abierta en México? Mi opinión es que, dado que es gratuita, los canales ya posicionados sí tienen buena audiencia y han amortizado costos luego de décadas, pero hacer la inversión para un nuevo canal de TV (licitación, montar antenas y pagos de derechos anuales) parece no ser lo más conveniente cuando es mucho más barato –y se puede tener el mismo impacto- con un canal de TV restringida o incluso con programación vía Internet (OTT).
Cambiando de temas…
*Dudas sobre Red Compartida: la prensa –no la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), ni el IFT- ha dado a conocer que sólo hay dos consorcios interesados en la Red Compartida (Rivada Networks y Comunicaciones Veta Grande), lo cual no es una buena noticia para la SCT que presumía tener a 39 interesados.
Tampoco es buena noticia que, cuando ya se había cerrado el registro de participantes para la Red Compartida, el IFT decidió sacar a consulta pública unos nuevos lineamientos que permitirían al ganador de esta Red usar la infraestructura de todos los operadores de telecomunicaciones, lo que le facilitaría mucho más las cosas para desplegar su infraestructura. Lo anterior, implica una obligación para operadores de telecomunicaciones que no existe a nivel internacional (salvo para los operadores dominantes).
De igual manera, surgen rumores de que ambos interesados en la Red Compartida tienen fuerte apalancamiento de la banca de desarrollo, lo que significa que no sólo se les dio un descuento del 89% en el pago de derechos, sino que también serían bancos gubernamentales los que fondearían las inversiones de los interesados. La gran duda de la Red Compartida sería: ¿es correcto que se financien proyectos privados con recursos públicos?
Habrá que ver si en los siguientes días la SCT y el IFT informan cómo están organizados los consorcios interesados y de dónde vienen los recursos para montar la Red Compartida. El proyecto se ha manejado, en sus aspectos relevantes, en total opacidad y cada vez más da la impresión de que se quiere beneficiar a alguien en particular. Ojalá que la SCT logre disipar estas dudas en los siguientes días.
*Seminario Internacional del IFT: los próximos 15 y 16 de noviembre el IFT realizará un importante cónclave con operadores y académicos de varias partes del mundo. El objetivo es analizar los retos que enfrenta la regulación de las telecomunicaciones y la radiodifusión en México con base en la experiencia internacional. Es curioso que en este Foro del IFT se esté dando mucho peso al impacto de los servicios de TV por internet (OTT), sobre los que hasta ahora el Instituto no se ha querido pronunciar. Parece que viene un cambio de paradigma al señalar que los OTT tienen efectos “disruptivos” en el mercado audiovisual, algo que es más que evidente, pero sólo el IFT no había querido ver.