El 16 de junio, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) concluyó la consulta pública sobre la regulación asimétrica impuesta al agente económico preponderante en telecomunicaciones: América Móvil y sus subsidiarias, Telmex y Telcel (AMX). Alrededor de 92% de los comentarios fueron ingresados por personas físicas afines a AMX, y sólo 8% por miembros de la industria o expertos en la materia.
En general, los comentarios que cuentan con sustento teórico y experiencia factual concuerdan en que las medidas impuestas a AMX no han tenido un efecto positivo sobre el mercado. Por su parte, los de los paleros de AMX contenían la petición de suprimir la aplicación de la reforma en telecomunicaciones por medio de la cual el IFT está facultado para declarar agentes preponderantes en telecomunicaciones. No me extrañaría verlos marchar junto a los vándalos de la CNTE exigiendo la derogación de las reformas estructurales. El viejo régimen dando coletazos.
En cuanto a la supuesta justificación, existen cuatro o cinco textos prefabricados, copiados verbatim entre todos. La narrativa va siempre en las siguientes direcciones: (i) quitar a Telmex la calidad de preponderante y otorgarle concesión para proporcionar servicios de video; (ii) remover la calidad de Telmex como preponderante de telecomunicaciones, ya que es el único que invierte en infraestructura y los demás sólo buscan utilizar su inversión sin pagar, y (iii) suprimir su estatus como preponderante, toda vez que es uno de los creadores de empleos más importantes del país. Sobra decir que ninguno de estos cientos de comentarios tiene un soporte analítico; se trata de simples consignas con el ánimo de hacer bulto y decir que 92% de los participantes en la consulta piden se quiten las medidas de preponderancia a AMX. Algo así como las votaciones a mano alzada en los mítines de López Obrador.
De una rápida búsqueda de los ciudadanos que realizaron dichas solicitudes, se encontró que eran miembros del sindicato de telefonistas. Derivado de que las justificaciones están copiadas verbatim unas de las otras, se puede inferir que el resto de los ciudadanos con dichos formatos, son también empleados de Telmex, familiares o guardan alguna relación con ellos. De este 92% de comentarios, ninguno contribuía a la evaluación, sino que repetían la misma consigna. Caso muy distinto es el de los miembros de la industria. En la consulta se encuentran aportaciones de Alestra/Axtel, AT&T, Megacable, Grupo Televisa, British Telecom, Coinservice, Conatel, Telefónica, Canieti, entre otros. Los comentarios proveen múltiples perspectivas: vienen de inversionistas que se dedican a la telefonía fija, móvil, operadores móviles virtuales, y proveedores de servicios de telefonía pública, entre otros. Todos coinciden en que la concentración de mercado no ha disminuido. AMX ha tenido incrementos en su control del mercado, particularmente en banda ancha móvil, la cual subió de 62.3 a 70.7 por ciento. En prácticamente todos los servicios, AMX sigue contando con más de 50% de participación de mercado.
Pero, quizá, la coincidencia más grave sea la afirmación contundente de todos los competidores sobre la notoria falta de participación activa por parte del IFT en la supervisión de las medidas de preponderancia. A lo largo de los últimos dos años, el IFT ha realizado el mínimo esfuerzo posible por establecer un mercado más competitivo, al ser notoriamente ineficiente en sus labores de supervisión y verificación del cumplimiento efectivo de las medidas impuestas a AMX. Las supuestas verificaciones realizadas en periodos trimestrales han estado plagadas por opacidad e incertidumbre. En ningún caso se establecen las metodologías seguidas, o se da seguimiento diligente con los competidores con la finalidad de entender y tomar un papel activo en el mejoramiento de la regulación asimétrica. De igual forma, incluso ante el incumplimiento de AMX a ciertas medidas, el procedimiento sancionatorio ha sido poco claro y en muchos casos hasta contradictorio. En consecuencia, los concesionarios se encuentran ante una constante incertidumbre jurídica frente a AMX.
Tal y como han actuado la mayoría de los comisionados, no me extrañaría que le dieran más valor al bulto que a la calidad de los comentarios. ¿Alguien quiere apostar?