Si es que llegan a coincidencias, los partidos políticos nacionales cederán parte de sus prerrogativas para recaudar más fondos para los damnificados de los sismos de los días 7 y 19 de septiembre, y que impactaron en las entidades de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelos y Ciudad de México.
Solo una desgracia les movió el corazón para sacrificar recursos públicos que provienen del pago de impuestos de los propios ciudadanos, quizá de miles que hoy en día están sufriendo la pérdida de su inmueble, lesiones o el deceso de un familiar.
Pero nada más vea: el PRI y el PVEM están dispuestos a dar 25 por ciento de sus recursos ordinarios de los últimos tres meses de este año; el Panal ofrece 6 por ciento ahora y 20 por ciento el próximo año; Morena dice que 50 por ciento de sus gastos de campaña de 2018 y el Frente Ciudadano por México (PAN, PRD y MC) anunció que propone una iniciativa para eliminar ciento por ciento del financiamiento público a los partidos, lo que Morena tampoco ve mal.
Como puede apreciarse fácilmente, cada quien anda por su lado, ¿ustedes creen que se pongan de acuerdo?
El recurso se requiere ya, no se puede esperar hasta el próximo año o a los tiempos legislativos. Hay solución jurídica sin necesidad de reforma legal: expresar su renuncia, que fue la vía que utilizó el Instituto Nacional Electoral ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Este año, por financiamiento ordinario, restan aún mil mdp, pero no para ahí: reciben franquicia postal, la telegráfica, más millones de spotsque si bien son gratuitos, la propia Ley de Ingresos les estima un valor. Y en 2018 recibirán cerca de 7 mil mdp.
Es increíble que mejor cerca de una decena de empresas transnacionales ya sumen 11 millones de dólares en donación. Que renuncien los partidos a lo que ni siquiera es suyo.
En síntesis: los partidos tienen nula credibilidad frente a la sociedad, el tamaño de la reconstrucción es mayúsculo, su parte sería un eslabón más. Ya los veremos en unos meses en la calle pidiendo el voto.
¿Usted se los daría?
