2020.06.30
Vía El Economista
Hay algo que hay que reconocerle al presidente López Obrador, su desmedido optimismo, sobre todo cuando se trata de hablar del rumbo de la economía. Ayer 29 de junio, volvió a referirse a esos escenarios que solo él y algunos de sus seguidores visualizan para la economía mexicana para el futuro cercano. Lo dijo en el contexto de la inminente entrada en vigor del T-MEC a partir de mañana. Instrumento al que por cierto ya desde ahora le asigna una elevada influencia en la pronta recuperación de la economía de nuestro país en los próximos meses, según su particular entendimiento del comportamiento de las variables económicas que sirven de guía para darnos una idea del dinamismo que tendrá la economía en los siguientes períodos.
Por ejemplo, aportó datos preliminares sobre el número de asegurados en el IMSS, que para el mes de junio anticipa una caída de ya solo 70,000 empleos; en cuanto al monto de las remesas para mayo y junio, anticipó que han sido de tal magnitud, que para el cierre del primer semestre, estima que mostrarán un crecimiento de 10% respecto al primer semestre del 2019. Sobre el dato del empleo, hay que recordarle al presidente, que por lo que respecta al número de asegurados en el IMSS, desde que inició el confinamiento en nuestro país hasta el cierre de junio, según los datos que dio ayer 29 de junio, para este último mes, se habrán perdido cerca de 1 millón 168,000 empleos. A este número, hay que agregar por supuesto que el número de personas, debido a las circunstancias tan complicadas, de plano dejaron de buscar trabajo en los últimos meses, pasó de 5.9 millones a 20 millones de personas, según reportó Inegi.
Más adelante en su conferencia mañanera de ayer 29 de junio, el presidente nos sorprendió con una pincelada más de optimismo, cuando dijo: “…los pronósticos en el mundo es de que se va a caer la economía mundial, un 8%, 10%, nosotros consideramos que no va a ser así para el caso de México, que nos vamos a recuperar pronto (sic)”. Evidentemente alguien no le está proporcionando información sólida sobre cuáles son los pronósticos serios para la economía mundial, y cómo se ve México dentro de ese panorama. La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI), dio a conocer sus proyecciones revisadas sobre la tasa de crecimiento de la economía mundial y de diversos países, entre ellos México por supuesto. Para el PIB mundial, estima que en el 2020 sufrirá una caída de 4.9%, no del 8% ó 10% como nos quiere hacer creer el presidente, mientras que para México, señaló que estima una caída de 10.5%, o sea, una caída del doble de magnitud que la caída del PIB mundial, mayor a la que quiere creer el presidente. Peor aún, el FMI estima que en el 2021 el PIB mundial crecerá 5.4%, recuperando la caída del 2020. Lamentablemente, ante el deficiente conjunto de políticas públicas estructuradas para enfrentar la emergencia, el FMI estima que el PIB de México apenas crecerá en el 2021 un 3.3%, menos de la tercera parte de lo que se habrá perdido en el 2020.
Así que nadie que realmente tenga nociones sobre el desempeño de una economía puede pensar objetivamente que la economía se recuperará muy pronto. No hay espacio para el optimismo desmedido.