2019-11-05
Morena, el partido gobernante, trae un desastre que está afectando los trabajos del Congreso de la Unión, el Estado de derecho, el combate a la corrupción, la percepción de México ante el mundo y hasta la labor del actual gobierno federal. Los ejemplos son varios y delicados, incluyendo asesinatos:
*El choque por la nueva dirigencia: El proceso de renovación de la nueva dirigencia de Morena, programado para el 23 de noviembre, se ha vuelto algo caótico. Una guerra civil entre facciones de Morena que disuelven asambleas a golpes y hasta con disparos. Ante las quejas de los militantes en tres ocasiones, en apenas ocho semanas han tenido que intervenir magistrados federales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para poner algún orden en el proceso interno. Los magistrados han ordenado desde la validación de la encuesta como método de elección, hasta cuidar los derechos de los militantes para poder permanecer en sus empleos y a la vez buscar algún cargo en la dirigencia, e incluso suspender todo el proceso de elección interna por un cúmulo de irregularidades.
Basta con decir que varios dirigentes ostentan que su partido, Morena, tiene más de 3 millones de militantes a los cuales se les quisiera dejar votar, pero el padrón (oficial) ante el INE apenas registra 319 mil afiliados, así que la distorsión es de 10 veces lo que muestran los datos oficiales.
*El Congreso dejó al país sin ingresos: Las bancadas de Morena son las mayoritarias tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Sin embargo, mandan entre ellas señales encontradas y peligrosas. Mientras en Diputados buscan e insisten en regularizar los autos chocolate (importados al país de manera ilegal), en el Senado frenan la medida que dañaría a la industria automotriz nacional. Pero lo mismo pasa en el tema de la prohibición a las condonaciones fiscales, en la que entre los morenistas de ambas cámaras hay diferencias. O, el hecho de que —por disputas entre bancadas— hasta hoy no se haya enviado al Ejecutivo federal la Ley de Ingresos de la Federación, misma que debió haberse aprobado el último día de octubre, según señala la Constitución. Así, la ley que garantiza los ingresos al Estado mexicano no estuvo lista a tiempo, por diferendos.
*El extraño asesinato del alcalde de Chalco: Desafortunado y condenable el asesinato del edil de Valle de Chalco, Francisco Tenorio, también morenista. Su muerte tiene una historia que valdría la pena que se aclare. La camioneta de lujo en la que lo mataron, una Lincoln Navigator blindada (2017), estaba denunciada como robada desde el 16 de agosto de este año. La denuncia está presentada en la fiscalía de la Ciudad de México (carpeta CI-FGAM/GAM-4/UI-3 C/D/02879/08-2019).
La denuncia, presentada por “abuso de confianza”, narra que Francisco Tenorio como alcalde electo habría pedido la camioneta como un favor al denunciante y habría dicho que regresaría la camioneta una vez asumiera el cargo. Fuentes confirmaron que el préstamo del vehículo era a cambio de que la alcaldía otorgara contratos de seguridad relacionados con recursos públicos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios, por los que este año la alcaldía recibió 286 millones de pesos.
Pero una vez que Tenorio asumió el cargo de alcalde no dio los contratos ofrecidos, pero tampoco regresó la camioneta, a pesar de varias solicitudes hechas en el Palacio Municipal de las que se dan detalles en la denuncia. Así que el alcalde fue asesinado en una camioneta que usaba ilegalmente y que sería punto de partida de un esquema de abusos y tráfico de influencias. Tenorio ya no podrá dar su versión de los hechos, pero sí el otro denunciado, Vicente Reyes Rosales, quien también trabajaría en la alcaldía de Chalco. Con ello, las investigaciones deberían de incluir desde el uso de la camioneta (donde ocurrió el crimen), hasta el presunto ofrecimiento de millonarios contratos. Denuncia disponible en mis redes sociales.
*Ampliación de periodo de gubernatura en BC: Y desde luego, como muestra de excesos que han ocasionado una gran molestia a todos los niveles en el país, está el intento de ampliar de dos a cinco años el periodo del gobernador Jaime Bonilla, con la complacencia de la actual dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, mientras en cambio, el Presidente señaló que la maniobra era una “chicanada”.
Con todo lo anterior, parece que a Morena le urge una nueva dirigencia y un cambio de rumbo. La improvisación y el desorden ponen en riesgo de multas millonarias al partido, pero eso es lo de menos, pues principalmente se pone en riesgo la gobernabilidad del país y el éxito de la actual administración.
Con los ejemplos mencionados, queda claro por qué el propio Presidente ha amenazado con renunciar a su militancia en Morena; sin embargo, eso no le servirá de mucho, pues si el partido no corrige su rumbo, el descrédito será contagioso.
Morena ha sido una espectacular maquinaria electoral. En apenas cuatro años, ese partido conquistó la Presidencia de la República, la mayoría en el Congreso de la Unión, la mayoría en las legislaturas estatales (17 de 32) y gobierna seis entidades federativas, pero tal parece que todos esos logros son méritos del hoy Presidente, y que su partido se empieza a convertir en un lastre. Ojalá los aspirantes a dirigir Morena logren institucionalizar y profesionalizar a los cuadros que ya gobiernan buena parte del país.
