Como una helada de invierno inesperada, el pasado 8 de noviembre, se anunció que los billetes de 500 y 1,000 se dejarían de distribuir y se retirarían del mercado. Casi en automático la economía informal —que depende en gran medida del dinero en efectivo— tuvo problemas de liquidez, mientras ciudadanos confusos hacían largas filas en cajeros automáticos y bancos para intercambiar sus billetes.
Aunque suena catastrófico, esto sucedió hace unas cuantas semanas como parte de una política pública; no en México, sino en India, un país similar que tiene una economía informal muy grande y basada en transacciones en efectivo. El primer ministro de India, Narendra Modi, anunció el retiro de estos billetes, que representan alrededor del 80% del papel moneda en circulación en la economía. Esto como parte de una iniciativa para reducir la corrupción e informalidad en la economía de India.
Esta política sigue con la tendencia en otras regiones de eliminar el papel moneda de altas denominaciones que puede ser utilizado para el lavado de dinero, corrupción y falsificaciones. Recientemente, el Banco Central Europeo también votó por eliminar la denominación de 500 euros, mientras que en EU han surgido voces como Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro, que buscan eliminar el billete de 100 dólares. En México, los billetes de 1,000 pesos son cada vez más escasos.
¿Qué podría sustituir estos billetes? India es el caso más extremo y la idea es que el papel moneda, eventualmente, se sustituya por completo por medios de pago electrónico y de telecomunicaciones móviles. El problema, al igual que en México, es que los niveles de bancarización de la economía son bajos y la informalidad grande. Sin embargo, la tendencia a un mediano y largo plazo es que estos medios sustituyan los pagos que se hacen en el día a día de cualquier economía. En México, algunos estiman que alrededor del 90% de las transacciones se llevan a cabo mediante efectivo y únicamente alrededor del 27% de la economía está bancarizada (http://bit.ly/2gXK3HL)
Es por ello que es muy probable que el llamado FinTech (por tecnología financiera) se vuelva cada vez más importante para economías en desarrollo como México e India.
EN OTRA FRECUENCIA…
La SCT solicitó a la Suprema Corte atraer el caso de Rivada Networks en contra del fallo de la licitación de la Red Compartida. Sin prejuzgar sobre si Rivada tiene o no razón, todo indica que la SCT pretende ganar tiempo mediante esta solicitud a la Suprema Corte. Recordará el lector que la firma del contrato de asociación público-privada entre el ganador y el gobierno para la Red Compartida debe estar a principios de enero. La Suprema Corte, por el receso y los tiempos naturales para resolver los asuntos, no estaría —en caso de aceptar atraer el caso— en posibilidad de resolver antes de, al menos, seis meses a un año.
De cualquier forma, el litigio tardará un buen tiempo significativo, esté o no la Suprema Corte dispuesta a atraer el caso. El riesgo de que se declare inconstitucional puede significar un revés a una política pública muy costosa e incluso podría significar que no se tenga a tiempo en este sexenio, tal y como lo mandata la Constitución.