2022.01.17
Vía La Lista
Para entrar a este mundo 100% digital necesitarás desaprender mucho de tu vida analógica, y asimilar nuevas costumbres y formas de educación para crear tu nuevo yo.
¿Alguna vez pensaste que podrías tener una vida en paralelo, donde puedas ser y tener lo que quieras pero de una forma ética, y que además ese comportamiento sea benéfico para el planeta?
Ese lugar se llama Web 3.0 o metaverso. Una evolución de la conectividad de las antiguas dos versiones de la web, convertida en la capacidad de compartir información, participar en una economía digital global, y maridar la realidad y la virtualidad a través de herramientas tecnológicas como realidad virtual y realidad aumentada fortalecidas con inteligencia artificial.
Las historias de ciencia ficción son ahora posibles gracias al arranque de la conectividad de quinta generación o 5G, que se traduce en una interfaz unificada de banda ancha móvil mejorada para el consumo de contenidos, con cero latencia y el uso masivo de internet de las cosas, máquina a máquina y persona–máquina.
Para entrar a este mundo 100% digital necesitarás desaprender mucho de tu vida analógica, y asimilar nuevas costumbres y formas de educación para crear tu nuevo yo: un avatar con el que serás un creador de contenido y también un permanente consumidor de productos y servicios.
Todo cambia. La educación, el consumo de contenidos de entretenimiento, el trabajo, así como nuestra forma de relacionarnos socialmente, comprar y jugar. Será de una forma inmersiva que comenzará desde nuestros dispositivos inteligentes para, en el corto plazo, adoptar mecanismos más avanzados como lentes o visores inteligentes.
La interacción será transparente y el cambio tan casi imperceptible, que pronto estaremos integrados en una experiencia de realidad aumentada y virtual en la que será difícil distinguir cuál de nuestras vidas es la real. Nos adentraremos en un entorno Phygital, es decir, en una experiencia física y digital.
La experiencia de consumo Phygital evolucionará el comercio electrónico como hoy lo conocemos (e-commerce) y la interacción con las tiendas físicas, fusionándolas y creando el V-Commerce o comercio virtual.
Nuestra moneda de cambio en el día a día serán los Token No Fungibles o NFTs, con los que nos haremos propietarios de bienes virtuales como terrenos, casas, coches, ropa, accesorios y todo cuánto sea comercializable en el metaverso. Además podremos participar en eventos de gaming, espectáculos o eventos privados, las opciones serán infinitas.
La noticia más alentadora de este nuevo universo digital es que será sustentable. Logrará reducir el impacto de uso de recursos naturales y será libre de contaminantes en cuanto a los productos que se comercialicen en él, dándole un respiro profundo a nuestro ya muy lastimado planeta.
Para ponerte en perspectiva el poder e impacto económico del metaverso, de acuerdo con el informe de Market Research Future, durante el 2020 su valor de mercado fue de 21 mil 910 millones de dólares. Se prevé que crezca a una tasa compuesta anual de 41.7% para el 2030. El informe resalta que los principales factores de su crecimiento estarán fundamentados en establecimiento de contactos, noticias, entretenimiento, gaming, educación y citas en línea.
Por supuesto que la prioridad es y será el cuidado de los datos y la privacidad personal de los usuarios, así como la permanente vigilancia en contra de la desinformación y las amenazas cibernéticas. Cualquier mal uso de la plataforma sería nefasto para el arranque de una evolucionada sociedad en un entorno digital, que se irá ajustando sistémicamente y que merece y necesita estar segura dentro de una red confiable.
Mientras todo esto llega, me dedicaré a pasar más tiempo con mi Oculus para ir ejercitando mis capacidades digitales. Nos leemos la próxima semana.