Gerardo Flores Ramírez | El Economista | 21 de Septiembre 2015
El pasado fin de semana, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) informó que durante un periodo de 20 días hábiles estará disponible para opinión del público en general el proyecto de bases de licitación de espectro radioeléctrico en la Banda AWS Advanced Wireless Services (1.7/2.1 GHz), para la provisión de servicios móviles de banda ancha. En total, el IFT está poniendo a disposición del mercado 80 MHz, 30 de ellos en el segmento 1710-1725/2110-2125 MHz y los 50 restantes, en el segmento 1755-1780/2155-2180 MHz.
Resulta fundamental señalar, para aquellos que no están familiarizados con el sector telecomunicaciones, que la última licitación de concesiones para explotar bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico para servicios de telecomunicaciones concluyó en agosto del 2010. Fue el proceso referido como Licitación No. 21, llevado a cabo por la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones, en la que precisamente se concesionaron frecuencias en la Banda AWS.
Sin duda alguna, es una gran noticia que a partir de este proceso de licitación pública —el tercero desde que se conformó el IFT—, el órgano regulador haya modificado la forma en que venía instrumentando estos procesos, para incluir de manera previa un procedimiento de consulta pública sobre el proyecto de bases de la licitación y sus anexos, tal como lo hacen desde hace ya algunos años varios órganos reguladores del sector telecomunicaciones de otros países que normalmente son considerados como referentes de mejores prácticas internacionales. Así lo hacen normalmente las autoridades facultadas para asignar espectro como la FCC, de Estados Unidos; Ofcom, de Reino Unido, y en el caso de Canadá, Industry Canada, que es el ministerio que tiene esta facultad.
En el caso de la consulta del IFT, no hay duda de que es una decisión que tiene una orientación hacia las mejores prácticas internacionales y que abona de manera importante en pro de la transparencia, de la certeza jurídica. De igual forma, es importante el esfuerzo realizado por el IFT para que los documentos relacionados con la licitación pública no sólo se encuentren accesibles en el idioma español, sino también en inglés, ante la posibilidad de que participen inversionistas extranjeros.
Es de destacar que uno de los cambios principales frente a procesos de licitación previos es la introducción de la subasta de reloj, mecanismo que ya ha sido utilizado por otros órganos reguladores de otros países. No obstante lo novedoso de su utilización en México, resultará clave para el éxito de la licitación que el IFT transmita con claridad a los postores cómo va a operar dicho mecanismo; de lo contrario, puede convertirse en un dolor de cabeza tanto para la propia autoridad, como para los participantes. Ante el rumbo adecuado que el IFT está adoptando en materia de licitaciones de espectro radioeléctrico, considero que será conveniente que, como sucede en otros países, en futuros procedimientos someta a consideración de la opinión pública algunos elementos que aún no están definidos en este proyecto de licitación de la Banda AWS, como lo son los precios de inicio de la subasta, la cantidad de MHz que podrán acumular en esa banda de frecuencias los operadores actuales o los nuevos, así como las obligaciones de cobertura, que en su caso se establezcan.
Finalmente, cabe destacar que algo que también brinda mayor certeza a los interesados en participar en esta licitación, y que les permite planear mejor sus proyecciones de inversión, es el hecho de que en el Paquete Económico 2016 se considera que los montos de los derechos que serán aplicables serán pagados a partir de enero del 2018, en virtud de que el segmento aún no está estandarizado a nivel internacional y, por ende, carece de economías de escala en cuanto a la provisión de equipos.
