2017-12-12
En la década pasada, las compañías más poderosas en términos económicos alrededor del mundo estaban vinculadas con el sector energético y el bancario, así como en actividades relacionadas con el comercio minorista. En la actualidad, la riqueza se concentra principalmente en los gigantes tecnológicos.
Entre las principales compañías encontramos hoy a gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft, Google, Cisco y Oracle. Se estima que el flujo de efectivo de estas empresas se ubicará al cierre de este año en los 679 mil millones de dólares (35% del flujo total de las corporaciones no financieras), monto que representa un incremento de 16% respecto de los 585 mil millones de dólares que acumularon el año pasado.
Apple, la compañía estadounidense que ocupa el primer lugar y que tiene un valor estimado de mercado de 900 mil millones de dólares, superó las expectativas de los analistas financieros tras la última publicación de su reporte de ganancias liberado el pasado mes de noviembre. Las ventas de equipos celulares y de otros servicios de Apple superaron los 170 mil millones de dólares en un año.
Particularmente, en Estados Unidos las más importantes empresas tecnológicas, las Big Five, dominan un sector muy importante de la economía. Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Facebook y Amazon han impulsado el crecimiento acelerado de la ahora llamada economía digital.
El gran tamaño de estas compañías se debe a que éstas intervienen en todos los aspectos de la economía digital. Por un lado, están Facebook y Google, quienes conforman un importante duopolio en materia de publicidad digital con el que capturan 90% de todo el gasto incremental en ese rubro en Estados Unidos; Amazon como el sólido gigante del comercio digital y quien también lidera junto con Google y Microsoft en la provisión de los llamados servicios de almacenamiento en la nube; Apple, por su parte, domina el mercado de equipos móviles inteligentes y otros servicios de cómputo.
Sin embargo, estos gigantes no se limitan únicamente a los servicios antes mencionados. Algunos de ellos también se han convertido en importantes competidores en el mercado de contenidos audiovisuales. Tal es el caso de Google, Amazon y Facebook, cuyo flujo libre de efectivo asciende actualmente a 50 mil millones de dólares, mismo que se estima se duplicará a 102 mil millones de dólares en 2020.
En la lucha por las audiencias destaca Amazon, que en este año habría invertido un total de 4 mil millones de dólares en creación de contenidos, monto muy cercano a los 6 mil 500 que está invirtiendo Netflix.
Los históricos operadores de medios en Estados Unidos han sido testigos de cómo las gigantes tecnológicas han entrado a competirles ferozmente en su industria, respaldados de un importante flujo de recursos y nuevas formas de hacer llegar los contenidos a las audiencias. Es por eso que las compañías de medios y de telecomunicaciones han estado buscando afanosamente celebrar alianzas o consolidar esfuerzos para estar en condiciones de prevalecer ante esta competencia.
En esa lógica, recientemente hemos escuchado sobre la posible compra de Twenty-First Century Fox por parte de The Walt Disney Company, que involucraría los estudios de televisión y cine, negocios de TV por cable e, incluso, la participación que actualmente tiene Fox en el operador de TV satelital Sky en Reino Unido. Se trata de una operación que los analistas estadounidenses calculan podría oscilar entre los 20 mil y 30 mil millones de dólares.
Otro ejemplo de estas estrategias es la fusión entre AT&T y Time Warner, operación anunciada en 2016 por un monto de 85 mil 400 millones de dólares. La adquisición por parte del que hoy en día es el segundo operador más importante de servicios móviles en Estados Unidos —con 136 millones de suscriptores— y también el segundo operador más importante en el mercado de TV de paga —con 21 millones de suscriptores— de un gigante en el sector de medios, Time Warner (con HBO, CNN, Warner Bros., TBS, Cartoon Network y otros), no encuentra otra lógica que la de sumar a la infraestructura existente más y mejores contenidos audiovisuales.
Randall Stephenson, presidente de AT&T, lo dijo con claridad en una conferencia ofrecida recientemente en el New York Times. Lo que el operador está buscando es construir una plataforma que le brinde la oportunidad de competirles a las Big Five que han adquirido una notable presencia en el mercado de contenidos.
La operación, ya objetada por el Departamento de Justicia y que será resuelta en tribunales, es similar a la que fue aprobada en 2011, cuando el principal operador de TV de paga de Estados Unidos, Comcast, se fusionó con NBC-Universal.
Por lo pronto, el retraso en la operación entre AT&T y Time Warner beneficia a las gigantes tecnológicas inmersas en el mercado de contenidos, como es el caso de Amazon, que, por cierto, apenas el pasado mes de agosto recibió autorización para adquirir la empresa Whole Foods. Esto, a pesar de las críticas de analistas en materia de competencia económica, quienes opinaban que era riesgoso permitir a las gigantes tecnológicas expandir su poder de mercado a otras áreas de la economía.
Dicha operación fue la última de las muchas adquisiciones realizadas por las gigantes tecnológicas que libró el escrutinio gubernamental. Ente las operaciones previas más importantes de estas compañías están las compras de Instagram y Whatsapp que realizó Facebook y la compra de YouTube por parte de Google.
Así las cosas. En caso de que durante la administración de Donald Trump prevalezca una lógica que impida las consolidaciones entre operadores de telecomunicaciones y de medios tradicionales, hará que las llamadas Big Five sigan manteniendo una posición privilegiada en competencia por las audiencias.
Por si ello fuera poco, las Big Five han sido señaladas en Estados Unidos como unas de las grandes beneficiarias del plan de impuestos pasado recientemente al Senado. Analistas estiman que Google tendría un ahorro de 2 mil 300 millones de dólares en 2018, mientras que Facebook y Amazon se estarían ahorrando 1,500 y 723 millones de dólares, respectivamente. Así que estas empresas no sólo tienen de su lado la convergencia tecnológica y las recientes decisiones regulatorias del Departamento de Justicia, también, con rebajas en sus impuestos, parece que no tendrán competencia alguna en el futuro cercano.
Cambiando de Tema…
* Este jueves iniciará la spotización en radio y TV, al cambiar del Ejecutivo, Congreso y Poder Judicial los tiempos fiscales (gratuitos) a los partidos políticos. En estos spots de precampañas, sólo pueden aparecer precandidatos que tengan “competencia” interna. En el PAN, es probable que Ricardo Anaya “enfrente” a Juan Carlos Romero Hicks y a Luis Ernesto Derbez. Y en Morena, Andrés Manuel López Obrador a Gerardo Fernández Noroña. Eso les permitirá salir en cientos de miles de spots. Mientras que, en el PRI, dado que decidieron no tener otros contendientes, José Antonio Meade no podrá usar los spots de su partido, lo que podría ser un error para lograr un mayor posicionamiento, ya que diversas encuestas señalan que 70% de la población lo desconoce.
* El PRD insiste en litigar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación los “Derechos de las Audiencias”. Suena bien, pero en realidad lo que buscan es utilizar estos “derechos” para abrir procesos inquisitorios contra medios de comunicación y comunicadores que, en el proceso electoral, no les sean afines en la radio y la TV. Para ello, usan un instrumento que sólo es válido en controversias en materia electoral, así que hasta en las formas se evidencian.