2021.06.29
Vía El Economista
El miércoles de la semana pasada, los reconocidos economistas franceses Olivier Blanchard y Jean Tirole, dieron a conocer un documento titulado “Major Future Economic Challenges” (Grandes Desafíos Económicos Futuros), elaborado por un grupo encabezado por ellos y conformado por otros 24 economistas, un tercio de los cuales son franceses, otro tercio estadounidenses y otro tercio, europeos no franceses. El reporte que consta de 444 páginas más apéndices fue encargado por el presidente Emmanuel Macron a Blanchard y Tirole en enero de 2020.
Lo primero que hicieron los autores que intervinieron en este esfuerzo de planeación fue identificar o agrupar alrededor de tres grandes ejes los desafíos más importantes que enfrenta Francia en un horizonte de largo plazo. Esos tres ejes son: a) el cambio climático; b) las desigualdades económicas; y c) el reto demográfico. Los líderes de este proyecto destacan dos aspectos relacionados con el encargo de encabezar este esfuerzo, el primero es que el presidente Macron le garantizó a Blanchard y Tirole total libertad para elegir a quienes integrarían el equipo de expertos y total independencia para presentar las conclusiones de esta importante tarea. Desde luego, contaron con el apoyo de France Stratégie, una agencia del gobierno francés, ubicada dentro de la estructura de la oficina del Primer Ministro, pero con autonomía.
El segundo aspecto que destacan es que si bien el esfuerzo inició previo a que se desatara el choque provocado por la pandemia del Covid-19, los problemas estructurales identificados en ese primer momento en todo caso se vieron acentuados por el embate del Covid. En este contexto, las conclusiones y propuestas tienen un horizonte que va más allá de los efectos causados en el corto y mediano plazo por la pandemia.
No pretendo entrar a los detalles del extraordinario trabajo encabezado por Blanchard y Tirole, en primer lugar porque en realidad se requieren varias colaboraciones en este espacio para tratar de describir de manera sintética los diagnósticos que se presentan alrededor de cada uno de los tres ejes mencionados y las propuestas para atender las problemáticas que se identifican. Para quienes estén interesados, el documento y sus apéndices pueden encontrarlos en: https://www.strategie.gouv.fr/publications/grands-defis-economiques-commission-internationale-blanchard-tirole.
No, en realidad me propuse hablar de este encargo del presidente Macron a un grupo de economistas, para que con total libertad se avocaran a estudiar y proponer soluciones para problemas que enfrenta Francia, y ponerlo en contexto con lo que los desplantes caprichosos que hemos atestiguado en nuestro país desde la llegada al poder del presidente López Obrador.
Por ejemplo, basta recordar el muy atípico Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND) enviado por el titular del Ejecutivo al Congreso de la Unión, que en el mejor de los casos se puede considerar un “pegoste” de dos documentos distintos, elaborados por autores no solo distintos, sino con un enfoque o visión muy diferente entre ellos. De hecho, a la postre nos enteraríamos del desencuentro que hubo entre el presidente López Obrador y su entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, quien le presentó al presidente una versión preliminar que no fue del agrado de este, bajo el señalamiento de que lo había escrito “como si fuera Meade”.
Ejemplos hay muchos de iniciativas de ley enviadas al Congreso mal hechas o mal documentadas, con señalamientos ligeros, la mayoría de las veces ideosincráticos, sin sustento lógico o económico, como fue el caso de las diversas iniciativas en materia energética que se propusieron al Poder Legislativo. A esto se suman también desde luego los distintos planes sectoriales publicados por las diferentes secretarías de estado que se asemejan en calidad al PND, el documento maestro del que cuelgan dichos planes sectoriales.
La verdad, después de ver la calidad y profundidad del documento publicado por Blanchard y Tirole, no puede uno más que sentir envidia respecto de lo que sí hacen en forma seria en otros países y frustración de ver que a los mexicanos nos esperan otros tres años de decisiones mal planeadas, basadas en caprichos, sin una idea clara de los efectos que tendrán.