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Lo que cuesta la información honesta

vía La Lista News

El trabajo de periodistas y medios de comunicación debe ser protegido bajo legislaciones diseñadas para mantener la objetividad y la verdad por encima de cualquier interés económico.

Todo empezó en 2014 cuando se hizo una distinción del servicio que Google ofrece como buscador de información versus Google News, un agregador de contenidos creados para mantener a sus usuarios al día con noticias que, para este fin, son clasificadas por relevancia, colocando un resumen corto de la nota para que los lectores ni siquiera tengan que meterse al sitio que generó la nota, para qué si ya la tienen en Google News.

A conclusión de muchos países, esta acción constituye una violación a la Ley de Propiedad Intelectual de los medios y de sus autores. En resumen, piratería.

El 8 de octubre de 2020, el gobierno francés, a través de una sentencia, obligó a Google a negociar con editores el pago por sus contenidos exhibidos dentro de sus motores de búsqueda de noticias, argumentando que esta violación ha tenido consecuencias negativas en los ingresos de la publicidad en los medios, poniéndolos en una situación económica tan grave que incluso ataca su supervivencia.

En aquel momento, Google reiteró que quería apoyar el periodismo y garantizar que la mayor cantidad de personas pudiera acceder a sus contenidos, por lo que aceptó el principio de remuneración a los medios e invertir mil millones de dólares a nivel global, de modo que todos pudieran recibir una remuneración por sus noticias.

Los años pasaron y la historia continúa…

Hace unos días, Canadá emitió una orden que obliga a Google a pagar sus publicaciones de noticias digitales. Esto se suma a más de 300 editores europeos, quienes proponen la creación de una herramienta para que cualquier medio interesado se sume a este esfuerzo y reciban pago por sus contenidos noticiosos.

India, a través de la Indian Newspaper Society y la Digital News Publishers Association (DNPA), se suma a esta iniciativa –también apoyada por Australia– y acusa a Google por su posición de dominancia en el mercado, con la cual puede decidir el destino de más del 50% del tráfico total de información que se comparte en sitios web de noticias, dejando la decisión del futuro de los medios en manos de sus algoritmos, mientras que los editores siguen sin recibir ninguna remuneración.

Como mecanismo de protesta coordinada, en marzo de este año 30 grupos de medios pequeños y medianos no publicaron durante un día en represalia a que tanto Facebook como Google se negaron a pagar por sus contenidos bajo el Código de negociación de medios de noticias. Este hecho confirmó que ambas plataformas únicamente apoyan a grandes actores mediáticos, condenando a los demás a desaparecer.

Mientras unos abonan por su supervivencia y respeto a sus contenidos, otros se quejan de la desinformación desbordada en plataformas digitales y redes sociales.

Rusia, en días pasados y desde otro enfoque, también cuestiona la existencia de Google News. El Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación (Roskomnadzor) bloqueó la plataforma argumentando que no hace revisión de la autenticidad de la información que publica sobre el conflicto con Ucrania, y suma el caso a sus políticas proteccionistas para erradicar la piratería.

La información crea por naturaleza una fuerza emocional que afecta en lo positivo o en lo negativo a quien la recibe. Los canales que la difunden contribuyen a la creación de una verdad social, producto de la propiedad intelectual de periodistas y medios de comunicación cuyo trabajo está comprometido con la honestidad y transparencia, por lo que su trabajo debe ser protegido bajo legislaciones diseñadas para mantener la objetividad y la verdad por encima de cualquier interés económico.

Escrito por Ingrid Motta
tiktok: @_imotta

 

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