2022.02.28
Vía La Lista
La tecnología ha creado un mundo sin fronteras que robustece la globalización y la democracia. Deja de lado cualquier concepto perverso de defensa territorial para la soberanía.
En el pasado, los grandes conflictos bélicos fueron motivados por países que buscaban demostrar su poder geopolítico y alterar el orden mundial. Su capacidad económica y territorial solo podía incrementarse tras la invasión de países vecinos.
Hoy, en la era de la información, la guerra es cibernética: los hackers son los soldados, las armas los datos y los actos revolucionarios para la justicia están basados en sistemas informáticos, como nuevos vehículos para la transparencia y la democracia.
Tras la hipócrita retórica para la paz del presidente ruso Vladimir Putin y su justificación para la invasión de Ucrania, la semana arrancó con la sugerencia de legisladores de Estados Unidos de retirar a Rusia de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), una red de alta seguridad que conecta miles de instituciones financieras de todo el mundo. Esta herramienta se utiliza desde 1973 para sustituir el fax, y en la actualidad la usan más de 11 mil instituciones financieras para enviar mensajes y órdenes de pago seguros. Al no existir una alternativa aceptada en todo el mundo, es un conducto esencial para las finanzas mundiales.
A pesar de que la Cámara Alta del Parlamento de Rusia asegura que si son desconectados utilizarán su propio sistema de pago, saben de sobra que les será imposible recuperarse de este golpe económico. Rusia amenazó en paralelo a países de Occidente con limitar y encarecer los servicios de gas y petróleo, lo cual ya cumplieron, sin embargo, esto no ha representado una disminución de los esfuerzos de los países de la OTAN para tratar de frenar esta guerra.
Rusia, por su parte, confía en que las sanciones económicas a las que puede ser objeto sean burladas por las criptomonedas, las cuales ya han sido un recurso utilizado por Irán y Corea del Norte para desviar las inhabilitaciones económicas occidentales en el pasado y dar la vuelta al sistema financiero global, mismo que en este caso además supuestamente perdería de vista y control las actividades económicas de ese país.
La comunicación es todo
Recordemos que Rusia es un país con una ciberdelincuencia muy desarrollada y en constante actualización. En los últimos años se ha convertido en una poderosa arma del gobierno contra quienes no están en su misma línea de pensamiento político.
Unas horas antes del inicio de la invasión rusa, sitios web del gobierno ucraniano –como el del Parlamento, el de Servicios de Seguridad y el del Ministerio de Relaciones Exteriores– fueron víctimas de ataques cibernéticos.
Afortunadamente, los genios detrás de las grandes empresas tecnológicas tienen tanto o más poder económico y social que muchos países.
En esta guerra destaca la petición del viceprimer ministro de Ucrania y ministro de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, quien en Twitter pidió al empresario estadounidense Elon Musk apoyar a Ucrania con estaciones de internet satelital, y que “se dirija a los rusos cuerdos para que se pongan de pie”. Musk no solo confirmó el servicio de internet Starlink para restaurar el acceso a internet sino también que ya están más terminales en camino.
Twitter se ha convertido en uno de los principales canales informativos para dar cuenta minuto a minuto de lo que acontece en los territorios en guerra. La plataforma reconoció el pasado jueves haber borrado cuentas de reporteros que estaban informando sobre el conflicto, argumentando que el algoritmo de seguridad recibió solicitudes de eliminación de las cuentas por estar “aparentemente desinformando”, mismas que ya se confirmó que fueron ocasionadas por bots rusos que denunciaron a los reporteros de forma masiva.
Por su parte, el grupo de ciberactivistas Anonymous declaró la guerra cibernética contra el gobierno ruso e informó por Twitter que eliminó el sitio web de la estación de propaganda rusa RT News, afirmando que lo hacen por la búsqueda por la paz y para asegurar un futuro próspero para la humanidad.
La tecnología ha creado un mundo sin fronteras que robustece la globalización y la democracia. Deja de lado cualquier concepto perverso de defensa territorial para la soberanía en donde un agresor quiera hacerse pasar por el agredido.