2017-11-28
La neutralidad de la red es un concepto que ha estado en el debate público internacional desde principios de la década pasada, al menos por lo que hace al ecosistema del Internet. Consiste básicamente en el principio de que los proveedores de acceso a Internet deben dar el mismo trato a todo tipo de contenido, es decir, que este tipo de tráfico no sea objeto de prácticas como discriminación, degradación o priorización, por citar algunas.
La semana pasada, las comisiones de Radio, Televisión y Cinematografía y de Comunicaciones y Transportes, del Senado de la República, llevaron a cabo un foro titulado “Diálogos sobre la neutralidad de la red”, en el que participaron la comisionada Adriana Labardini y el comisionado Arturo Robles, del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); el subsecretario Edgar Olvera, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), como representantes de proveedores de servicios de telecomunicaciones, así como otros proveedores de servicios o aplicaciones sobre Internet y representantes de organizaciones de la sociedad civil, además de legisladores, desde luego.
Fue un diálogo franco que se ubica en el espacio de tiempo entre la entrada en vigor de la Ley Federal de Telecomunicaciones, que en su artículo 145 prevé los principios que deben reflejarse en unos lineamientos que en materia de neutralidad de la red debe expedir el IFT, y la eventual emisión de dichos lineamientos, previa consulta pública. En este lapso de tiempo, la Administración del presidente Barack Obama, en los Estados Unidos, modificó el andamiaje legal aplicable a la prestación de servicios de acceso a Internet en ese país, para que mediante una reclasificación del tipo de servicio del que se trata, someterlo a una regulación más estricta que bajo la clasificación anterior. Bajo esa nueva regulación, se prohibían de manera expresa las prácticas que mencioné arriba, por ejemplo. Previo a esa modificación del marco regulatorio, hubo una gran discusión en ese país, por un lado los operadores de servicios de telecomunicaciones que son los que de manera generalizada prestan el servicio de acceso a Internet, y por otro, los grandes proveedores de aplicaciones o servicios conocidos como over-the-top, que son servicios que se prestan a través de Internet por proveedores como Google, Facebook, Twitter, Spotify, Netflix, etcétera.
Sin embargo, la llegada de Trump a la Casa Blanca implicó entre otras cosas un cambio de enfoque regulatorio respecto al sector telecomunicaciones y al ecosistema del Internet. La semana pasada, la nueva conformación del pleno de la FCC, anunció un borrador de modificación de esas reglas heredadas de la Administración Obama, que básicamente desmontan ese andamiaje que se acercaba al ideal de neutralidad de la red promovido por muchos adeptos.
La decisión de la FCC pone de relieve que el problema en torno a cómo debe llevarse a cabo la gestión del tráfico en Internet, sobre todo, porque a diferencia de hace algunos años, hoy existen servicios que consumen mucho más ancho de banda que lo que se pensaba en aquellos momentos. Se trata de resolver cómo debe financiarse la expansión de infraestructura y la capacidad de esta, sobre la que se proveen esos contenidos, pero sin afectar el derecho de las personas a tener acceso a un Internet libre. La discusión en México está por tomar subir de intensidad, sobre todo porque el IFT se encuentra preparando los lineamientos a los que se refiere la ley.
JOSÉ ANTONIO MEADE
Mi reconocimiento a José Antonio Meade, extitular de la SHCP, por el destacado papel que ha tenido en todas las responsabilidades que a lo largo de 20 años ha tenido en el sector público de nuestro país, trayecto en el que ha construido una reputación basada en la honestidad y la credibilidad. No tengo duda de que representa la esperanza para México.