2017-11-14
En Estados Unidos, la poderosa empresa de telecomunicaciones AT&T está intentado comprar a otra importante empresa, Time Warner, esta última de contenidos y creadora de canales como CNN y HBO. Esto, en una operación valuada en 85 mil millones de dólares.
La semana pasada, el presidente y CEO de AT&T, Randall Stephenson, explicó al New York Times las razones de la compra. Sencillamente, señaló que lo que están invirtiendo en contenidos a empresas como Alphabet (controladora de Google), Amazon y Facebook hace necesario repensar el mundo de los contenidos y de las alianzas estratégicas entre empresas. Y es que, en el orden antes señalado, estas empresas planean tener flujos de 44.2 miles de millones de dólares, 32.5 y 24.9, respectivamente, para 2020.
Las cifras son muy superiores a lo que van a tener los medios tradicionales como CBS, Disney, Comcast, Turner o Fox. De hecho, los medios que acabo de señalar, todos juntos, no alcanzan ni siquiera las proyecciones de Alphabet-Google. Y estas empresas, con esos flujos, están también creciendo exponencialmente su gasto en contenidos.
Lo anterior es interesante pues Alphabet, Amazon y Facebook, si bien invierten en aplicaciones y tecnología, no realizan inversiones en infraestructura (llevar líneas de telecomunicaciones o internet a domicilios), así que la apuesta de AT&T, para todo el mundo, es tener los mejores contenidos y una red para poder llevarlos. Falta por ver quién tiene la mejor plataforma.
También hay información de que The Walt Disney Company está en tratos para comprar Twenty-First Century Fox. Si bien la operación no alcanza a hacer un gigante como el que plantea AT&T, y mucho menos acercarse a Amazon o Netflix, sí deja ver que viene una nueva etapa de consolidación entre empresas de contenidos y, en algunos casos, de éstas con empresas de telecomunicaciones. Y digo nueva etapa, pues Comcast Cable compró en 2011 a NBC por 30 mil millones de dólares.
Así, hay un esfuerzo de los medios más importantes para crecer en tamaño, en ingresos y también en desarrollar otro tipo de negocios para hacer frente a Netflix, Amazon, Hulu, Alphabet-Google y Facebook. ¿Esto cómo impacta en México?
En nuestro país, aún no se ve la penetración digital como en EU y según reportes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de Nielsen, la TV sigue siendo la reina de las audiencias, pero eventualmente, conforme crezca la cobertura digital, se verán esas mismas tendencias. Quizá en cinco o 10 años. Hoy, la barra prime time del canal “Las Estrellas” de Televisa, promedia más televidentes que el total de suscriptores de las diversas plataformas OTT (TV por Internet). O también, según reveló Televisa en su última llamada con inversionistas, tan sólo su canal de “Las Estrellas” tiene más audiencia que todos los canales, también juntos, de toda su competencia en TV de paga.
Así, si bien la TV abierta sigue reinando en México, es evidente ya que las televisoras están trabajando en replantear sus contenidos en México. TV Azteca, por ejemplo, está creciendo su oferta de Canal 7, aun incluso a costa de que canibalice a Canal 13, pues lo que quiere es posicionar una oferta de contenidos para distintos segmentos poblacionales (como Televisa lo ha hecho con Canal 5) y trabajar en sus complementos digitales.
Mientras tanto, Televisa está mandando a redes sociales contenidos exclusivos como son tradicionales y exitosos programas de TV como Las Mangas del Chaleco, que en tan sólo dos días acumuló 1.9 millones de reproducciones en Facebook, y El Privilegio de Mandar, que en 24 horas juntó 1.3 millones de reproducciones también en Facebook, además de que tiene alianzas y explora la creación de contenidos con Amazon, Netflix y Facebook Watch.
Grupo Imagen también ha avanzado en estos temas y ha desarrollado alianzas con YouTube y con The Huffington Post.
Así, la verdadera competencia en los contenidos no será en México, sino en el mundo entero y la TV mexicana —y sus contenidos— son un insumo clave en el mundo de habla hispana y sus cerca de 600 millones de hispanoparlantes.
No tenga duda de que, una vez que las empresas de habla inglesa terminen de hacer sus alianzas, seguirán buscando alianzas en Iberoamérica y, en orden de importancia, los principales creadores de contenido (esto es, el mayor número de horas y de audiencia) son Televisa, NBC-Telemundo y RCN de Colombia.
Es probable que apenas se liberen las autorizaciones regulatorias para las nuevas megafusiones de empresas, éstas volteen al sur del continente para mantener sus liderazgos en una batalla, la de los contenidos, que ya es global y en la que los contenidos mexicanos jugarán un papel más que relevante.
Cambiando de Tema…
1) El regreso de la incertidumbre en la telefonía: Al descontento expresado la semana pasada por AT&T y Telefónica en relación con la resolución del IFT en materia de tarifas de interconexión móvil para 2018, se le sumó ayer, incluso en un tono más fuerte, el reclamo del operador preponderante de telecomunicaciones que concentra el 65% de las líneas de telefonía móvil —Telcel—. A pesar de que el IFT ahora sí permitirá que Telcel le cobre al resto de los operadores por las llamadas que terminan en su red, y que, al mismo tiempo, pagará menos por ese concepto a sus competidores, para dicho operador resulta “incomprensible” la resolución emitida por el órgano regulador.
Como lo dijimos hace unas semanas, la decisión de la SCJN que cambió el modelo de operación entre telefónicas ha abierto una “caja de pandora” en la que es imposible prever en cuánto quedará la tarifa y quiénes serán los ganadores y perdedores. Mientras esto sucede, a lo largo de los siguientes dos años, olvídese de que continúen bajando las tarifas telefónicas.
2) Nuevos Canales de TV abierta: El día de ayer concluyó el plazo para que los 13 ganadores de 32 canales de TV Abierta cubrieran los montos que ofrecieron en la licitación desarrollada recientemente por el IFT, y que, en conjunto, ascienden a poco más de mil 614 millones de pesos. La nota es que todos los ganadores pagaron. Estos canales —incluidos dos nuevos en la CDMX— deberán entrar en operación a más tardar en ocho meses. Por lo que, aunque seguramente no quisieran, es probable que entren en funciones durante el complejo proceso electoral con toda la sobre-regulación que ello conlleva.