Vía El Universal
La actitud hacia el gobierno y hacia el Presidente de la República, al inicio de su mandato, era dominada por un sentimiento positivo en sus conversaciones digitales. De ahí su estima por las entonces llamadas “benditas redes sociales”. Pero transcurridas varias coyunturas complejas y al andar de los meses, el escenario ha cambiado. Hoy por hoy, su actitud digital está muy polarizada y los negativos son sostenidos.
Por poner un ejemplo, y comparando dos extremos en la arena digital, durante su toma de protesta la conversación fue 39% positiva y únicamente 11% negativa; en cambio, durante el anuncio del plan económico —en el contexto de la pandemia por el coronavirus— el sentimiento fue 27% positivo y 67% negativo.
En los últimos 12 meses, la conversación sobre el Presidente ha generado más de 90 millones de tuits. Hay tendencias a su favor y tendencias en su contra. En ambas hay usuarios reales, comunicación orgánica, pero también muchos bots. Así que, tanto apoyadores como detractores están invirtiendo fuertes recursos para plasmar su mensaje en redes sociales. El hashtag (HT) con el que más se le apoya es #AMLOEstamosContigo y con el que más se le ataca es #ElCacas.
Los HTs positivos sobre AMLO son más numerosos que los negativos, pero éstos son, en su mayoría, posicionados por la estructura autodenominada #REDAMLO, integrada por cuentas de instituciones y funcionarios de la 4T, así como de sus aliados políticos y simpatizantes. Sin embargo, éstos no han podido frenar un ambiente crítico y polarizante.
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente, ha sido una de las figuras de la 4T con mayor notoriedad en redes sociales. Sus opiniones nunca pasan desapercibidas y lo mismo una canción, sus publicaciones sobre el paro de mujeres del 9M o la lucha frontal que ha emprendido contra las fake news, se vuelven motivo de conversación. Su opinión sobre estas plataformas, en específico Twitter, misma que ha hecho pública en numerosas ocasiones, parece, sobre todo, partir de su experiencia personal. Sólo recordar que una de las razones de su autoexilio de esta red social se dio (con razón) a raíz de los ataques a su hijo Jesús, un menor de edad, tras la publicación de una imagen de su regreso a clases luego de una fractura de tibia y peroné en 2018.
El regreso a Twitter de Gutiérrez Müller este 2020 se ha dado únicamente por la pandemia. Sus afirmaciones de que la plataforma en México carece de ética persisten, así como sus llamados a la red social a eliminar bots. Estas polémicas posturas le han generado un ambiente digital crítico, lo que ha llevado a que incluso un tema positivo como el lanzamiento de la canción Esto pasará, le generase una conversación 59% negativa y únicamente 14% positiva.
Otro aspecto que ha sido muy visible en las redes es el de los ataques a la prensa desde octubre de 2019. Algunas de las cuentas que se organizan para enfrentar a determinadas figuras públicas (periodistas) se identifican como simpatizantes de la 4T. Tan es así que, conceptos como “#PrensaCarronera”, “#PrensaBasura”, “#PrensaCorrupta”, “#PrensaProstituida”, “#NoZopilotear”, han sido una constante en Twitter, generando cerca de un millón de tuits.
Con un ambiente que ha cambiado en redes sociales, el gobierno ha hecho un cambio de estrategia: por un lado, las critica e, incluso, da cátedra sobre ellas en lo que denomina “Infodemia”, y exige a Facebook y Twitter autorregularse, así como una mayor fiscalización de quiénes les pagan recursos. Pero, por otro lado, busca estar más en radio y TV, los medios que los mexicanos más siguen y en donde la polarización no es ni de cerca como la de las redes sociales.
Así que, en esa estrategia, están dedicando ya seis horas diarias a conferencias de prensa desde Palacio Nacional: la mañanera, que cada día dura más tiempo, y las vespertinas, que van de las 5 a las 8 pm por cuenta de varias secretarías de Estado.
Parece que la polarización continuará rumbo al proceso electoral de 2021, donde se renovarán 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados. Habrá que ver cómo los cambios de estrategia favorecen o no al gobierno, pero queda claro que, en las redes sociales, de tener el control pleno, han pasado a la crítica y a una retirada táctica. Sería saludable que todos intentáramos bajar el grado de polarización en estas plataformas, pues tenemos problemas muy reales que atender y enfrentar de lleno.
2020.05.12
Vía El Universal
Javier Tejado Dondé