El Informe de Gobierno ha dejado de ser como en décadas pasadas un evento de pleitesía caudillista, para convertirse en un sano ejercicio de rendición de cuentas a la ciudadanía, en el cual se dan a conocer las reformas, políticas, programas, acciones adoptadas y avances en la cabal ejecución del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y la consecución de las metas sexenales.
En su capítulo dedicado al sector de telecomunicaciones, el cuarto informe dedica mucha de su atención al tema de las inversiones, factor esencial para el desarrollo sectorial y de reducción del déficit de infraestructura, pero sobre todo de cumplimiento de los objetivos de la reforma constitucional del 2013 en términos de cobertura, calidad y democratización de los servicios.
El informe reporta que, durante el 2015, la inversión en infraestructura de telecomunicaciones ascendió a 71,351 millones de pesos (incremento anual de 34.7%) y anticipa que al cierre del 2016, superará los 79,000 millones de pesos (11% de crecimiento anual). Sin embargo, aún está 15.9% por debajo de la cifra reportada al inicio de la actual administración.
Por el lado de la inversión pública, se reporta un ejercicio de 5,602 millones de pesos en el 2015, dedicados principalmente al Programa México Conectado, que contribuye a reducir la brecha digital al proveer conectividad en sitios públicos. La expectativa es que al finalizar el 2016 se concrete un monto de 4,270 millones de pesos, con lo que la inversión pública se contraerá 24%, en su comparativo con la cifra del año pasado.
Por su parte, la inversión privada alcanzó un monto de 65,749 millones de pesos durante el 2015 y se espera que al cierre de este año contabilice poco más de 75,000 millones de pesos e incremente 14%, tomando distancia de años previos caracterizados por una contención en el ejercicio de recursos como consecuencia del natural periodo de incertidumbre que provocó la reforma legal y regulatoria en el sector.
No obstante, la segmentación entre agentes económicos perfila un marcado diferencial del ejercicio de inversión entre operadores. En un esfuerzo por competir con agresivas estrategias comerciales, nuevas tecnologías, mayores capacidades de transmisión de datos y servicios de valor agregado, los competidores, que alcanzaron una huella de mercado de 36% en términos de ingresos de telecomunicaciones durante el 2015, invirtieron alrededor de 98% de sus utilidades en la acumulación de capital productivo. Mientras que el operador preponderante en telecomunicaciones (América Móvil), que generó 64% de los ingresos, apenas invirtió 35% de sus utilidades durante el año pasado.
Es deseable poner fin a esta fase de desaceleración y contención de la inversión en infraestructura de telecomunicaciones, para detonar el desarrollo de redes y consecuentemente, mejorar la calidad, cobertura y eficiencia en la provisión de servicios. Todo ello, bajo una base regulatoria que genere un entorno de competencia efectiva en los mercados, de manera que tengan lugar los incentivos para generar nuevos y mayores planes de inversión por parte de los operadores competidores.
Efectivamente, el nuevo marco legal y regulatorio del sector, resultante de la reforma constitucional, busca generar desempeño más dinámico y estable en la inyección de capital en el corto y largo plazos. Es menester que desde el órgano regulador y las instituciones de política pública sectorial se enfaticen y apliquen los mecanismos y recursos suficientes para alcanzar este cometido, necesario para el desarrollo de las telecomunicaciones en México.