2019-12-23
El Internet de las Cosas (IoT) y las soluciones que se crean en torno a este concepto aun no
permean a la inmensa mayoría de los mexicanos. Pocos son beneficiarios de soluciones donde
dos más objetos se encuentran conectados a una red y se comunican sin la intervención
humana.
Esta comunicación machine-to-machine (M2M) es la base del IoT y, de acuerdo con la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a finales de 2018, el número
de tarjetas M2M en México equivalía a 2.4 millones, lo cual se traduce en una penetración de 2
tarjetas por cada 100 mexicanos.
Si la adopción parece mínima, el impacto social lo es aún más. Por ello, iniciativas como Smart
Water en Mérida, Yucatán son tan importantes: demuestran el poder de las soluciones IoT,
pero al mismo tiempo, generan impacto comunitario en torno al aprovechamiento tecnológico.
Smart Water es un proyecto, coordinado por The Social Intelligence Unit, enfocado en
monitorear la calidad del agua partiendo del uso de sensores inteligentes que miden
parámetros clave para determinar la calidad de la misma.
Información de la calidad del agua llega a manos de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de
Yucatán (JAPAY) de manera ubicua a través de una red móvil 4G, permitiendo a este órgano de
gobierno, vigilar de manera más eficiente la calidad del vital líquido, a la vez que permite
reacciones inmediatas en casos de eventos contaminantes.
El proyecto no se detiene ahí, utiliza la información generada por los sensores para construir un
Índice de Calidad del Agua, mismo que se comunica a la comunidad de la colonia Dolores Otero
en Mérida a través de la app Dime H2O y evoluciona conforme los valores de los parámetros se
transforman. Este es un ejercicio que demuestra el poder de las plataformas digitales para
promover la transparencia.
Por su diseño, la iniciativa reconoce que la tecnología, por si sola, no logra el impacto social
requerido, por ello implementaron actividades comunitarias que permiten a la comunidad
complementar su conocimiento sobre calidad y cultura del agua. Estas actividades,
adicionalmente, ayudaron a familiarizar a los ciudadanos con la app y el Índice de Calidad que
contiene.
Los impactos de Smart Water son contundentes, permitieron a la JAPAY mejorar su
infraestructura de telemetría y dieron a la comunidad conocimiento para aprovechar la
información transparentada. Por citar algunas estadísticas, la iniciativa ahorra hasta 80% del
tiempo en la recolección de algunos parámetros y genera más de 2,000 mediciones en un
periodo de tan sólo 3 días. Asimismo, casi la totalidad de la comunidad reportó mejoras en su
confianza sobre el conocimiento de la calidad del agua.
Smart Water resulta del trabajo de empresas en el ramo tecnológico, sociedad civil organizada,
gobierno y la comunidad. El calado de su impacto proviene del actuar coordinado y
multidisciplinario que tanto se necesita cuando se desarrollan innovaciones basadas en IoT:
empresas asesorando sobre redes 4G, desarrolladores de software, científicos especializados en
recursos hídricos y autoridades locales de agua, todos trabajando en conjunto para lograr un fin
común de alto impacto social.
Que tengan felices fiestas!!