Ernesto Piedras
El Economista
* Una de las mayores preocupaciones de los países a nivel mundial es garantizar acceso a las telecomunicaciones
A tan sólo unos minutos de la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto, se presentó su primer mensaje a la nación seguido de la firma del Pacto por México junto con los líderes de los tres partidos principales del país. Para el sector de las telecomunicaciones y las Tecnologías de la Información, es un evento muy positivo que se le ubique como sector en el debate para la competitividad y el desarrollo eco nómico nacional.
Uno de los ejes centrales del pacto es fomentar la competencia en sectores estratégicos de la economía, donde se encuentran, en primer lugar, las telecomunicaciones. Para ello, se busca un arreglo institucional que provea de mayor certeza jurídica al eco sistema competitivo. Esto se logrará mediante el fortalecimiento de la Comisión Federal de Competencia (CFC), dotándola de autoridad para emitir sanciones ante prácticas monopólicas y, en caso de ser necesario, dividir monopolios. Por su parte, se crearán tribunales especiales en materia de competencia para atacar directamente los problemas de concentración en el sector, así como cualquier tipo de violación a las normas de competencia, y se reformarán los procedimientos para garantizar el cabal cumplimiento del marco legal.
También, dentro del aspecto institucional -ya que la óptima gobernanza y la efectiva aplicación del marco legal consolidan uno de los elementos fundamentales en la provisión de un ambiente de sana competencia-, el Pacto buscará afianzar la autonomía de la Cofetel. En reiteradas ocasiones hemos mencionado la problemática que representa la doble ventanilla para la eficiente regulación del sector. De esta forma, una mayor autonomía e independencia del organismo regulatorio reducirán la evasión de disposiciones por parte de los operadores, limitando la posibilidad de amparos y demás artilugios legales que han paralizado por tanto tiempo al sector.
Una de las mayores preocupaciones que enfrentan los países a nivel mundial, especialmente aquellos que se encuentran en desarrollo, es garantizar el acceso de la población a los servicios de telecomunicaciones , ya que aportan innumerables beneficios en términos de productividad y crecimiento económico, entre otros. Por ello, el Pacto buscará elevar el derecho de acceso a la banda ancha a nivel constitucional, convirtiéndolo en uno de los derechos fundamentales.
Sin embargo, establecer un derecho fundamental no determina directamente su cumplimiento. Una de las trabas más importantes al acceso universal es la cobertura de los servicios de telecomunicaciones, que afecta directamente a los segmentos más desfavorecidos de la población mexicana. Una red troncal de telecomunicaciones busca atacar directamente es te problema y, mediante el óptimo aprovechamiento de las bandas de 700 MHz y 2.5 GHz, así como el despliegue de la red de la CFE y la implementación de sitios públicos de acceso a Internet, el gobierno podrá finalmente acercarse a este anhelado objetivo.
Otro de los grandes temas que ha que dado reiteradamente en el papel, aún a pesar de los vastos beneficios que prueba la experiencia internacional, es la implementación de una Agenda Digital Nacional. Para ello, el pacto pretende deja ver el convencimiento gubernamental para emprender dicha estrategia para buscar garantizar el acceso a Internet en edificios públicos, fomentando la inversión en diversas aplicaciones de telecomunicaciones en otros sectores económicos como agricultura y salud, entre otros, además de asegurar la instauración del gobierno digital de manera transversal.
Finalmente, volvemos al tema principal que aqueja a las telecomunicaciones mexicanas: la competencia. Y, derivado de ello, surgen una serie de medidas encaminadas a lograr, por fin, un cambio significativo en el entorno competitivo. Por el lado del radio y la TV, serán licitadas nuevas cadenas de TV abierta, incluyendo disposiciones regulatorias como el must carry-must offer, que garanticen el acceso de los mexicanos a todos los contenidos abiertos. En cuanto a los servicios de telecomunicaciones se refiere, se buscará regular a los operadores dominantes en cualquiera de sus segmentos, anotando específicamente la aplicación de regulación asimétrica en caso de ser necesario. Además, el gobierno licitará 90 MHz de espectro en la banda, una vez liberada por los operadores de TV abierta, de 700 MHz, para el despliegue de una red compartida de servicios de telecomunicaciones el mayoreo.
Todas estas disposiciones, sin duda, en el caminan hacia un México de vanguardia, donde la competitividad y el crecimiento económico mediante el uso y, aprovechamiento de nuevas tecnologías se convierten en el centro de la arena política. Es de esperar avances importantes en términos de la implementación del Pacto con el sentido de urgencia que los mexicanos necesitan.