26 de julio de 2012
Ernesto Piedras
El Economista
Se ha mencionado en este espacio lo mucho que adeuda la Academia al sector de las telecomunicaciones en México, por su escasez de propuestas y limitada profundidad.
Sin embargo, en meses y años recientes, varios casos de noveles economistas se encuentran sumando esfuerzos para ampliar el conocimiento en este campo. Ése es, precisamente, el caso de una tesis reciente que se constituye como el análisis más robusto a la fecha en materia de Portabilidad Numérica (PN) en las telecomunicaciones mexicanas (Aguilar Zamora, Karen, “Impacto de la Implementación de la Portabilidad Numérica en el Segmento de Telefonía Móvil en México”, Tesis, Economía, ITAM, 2012).
Este documento compila los principales resultados de la PN en nuestro país, además de explicar a través de un modelo teórico la dinámica que ha seguido el mercado tras la implementación de la misma.
Un repaso de la Portabilidad Numérica. Es el derecho que otorga a los consumidores la posibilidad de cambiar de proveedor de telefonía sin incurrir en la pérdida del número que tenemos adjudicado. Entre sus efectos está el fomento de la competencia entre operadores y empodera al consumidor con la posibilidad de escoger al operador que mejor satisfaga sus necesidades. En este sentido, los oferentes tienen la posibilidad de enfrentar condiciones de competencia más equitativas en un mercado donde tradicionalmente existen fuertes barreras de entrada.
Su instrumentación en México data de julio del 2008, es un trámite que no tiene costo para los usuarios y, de acuerdo con la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el tiempo promedio para portar una línea es de cinco días hábiles. Hasta la fecha, se ha portado cerca de 4% de las líneas telefónicas del país, equivalente a 4.35 millones. De éstas, 80% pertenece al segmento móvil, siendo los usuarios de prepago quienes más portan.
Portabilidad e interconexión. Este ejercicio de economía aplicada muestra que los resultados de la PN en el segmento móvil no corresponden con lo originalmente previsto, en términos de que sería el operador móvil dominante, Telcel, el que donaría el mayor número de líneas. Al contrario, es precisamente esa empresa la que ha captado la mayor parte de las líneas portadas. Ello implica que, por sí sola, la PN no ha contribuido a reducir la concentración en el mercado de telefonía móvil, aunque ha tenido resultados positivos en las telecomunicaciones fijas.
Así, la PN se encuentra directamente relacionada con el esquema de precios asimétricos, dado que las llamadas que se originan y terminan en la misma red (on-net) son más baratas que aquellas que se originan y terminan en redes diferentes (off-net). Esa diferencia de precios detona un efecto de club, generando preferencia hacia el operador más grande, con el cual los usuarios pueden realizar llamadas a un menor precio y gozar de beneficios adicionales como los números frecuentes.
Es importante precisar que el modelo empleado atribuye la diferencia entre precios on-net y off-net a los costos de interconexión, que elevan el costo marginal de las llamadas fuera de la red. Resulta evidente que entre mayor sea la tarifa de interconexión y, por ende, mayor la diferencia entre dichos precios, los consumidores tendrán mayores incentivos a pertenecer al operador con mayor participación de mercado.
Por ello, uno de los principales problemas de la PN en México ha sido la falta de medidas orientadas a promover una mayor competencia en el sector. En particular, la regulación efectiva de las tarifas de interconexión debió concretarse primero para que el diferencial entre tarifas fuera menor; y entonces los resultados de la PN podrían ser diferentes.
Portabilidad para el “Convenio Marco de Interconexión”. Por todo lo anterior, resulta indispensable poner énfasis en el “Convenio Marco de Interconexión”(CMI) ya que, si bien la presente tesis se especializa en el segmento móvil, también muestra que los resultados en términos de interconexión son aplicables a las telecomunicaciones fijas por igual. Y el CMI ataca precisamente esta necesidad de concretar una regulación efectiva que determine las condiciones básicas de la interconexión en beneficio del consumidor.
Porque sólo logrando sentar las bases para un escenario más competitivo mediante un marco legal efectivo que limite el poder de mercado del operador dominante será posible para el consumidor apropiarse de los beneficios que ofrecen medidas regulatorias como la Portabilidad Numérica, la consolidación de las áreas de servicio local, o la convergencia de servicios, entre otras.
No cabe duda que el CMI se consolida como un avance regulatorio en términos de interconexión que, al imponer condiciones específicas al operador principal, contribuye a reducir su poder de mercado. Además, establece elementos necesarios para la gestación de un mercado más competitivo, situación que impactará positivamente otras medidas regulatorias como la Portabilidad Numérica.