Ernesto Piedras
El Economista
Es por demás conocida la importancia de la fase actual de la regulación en telecomunicaciones y radiodifusión, referida a la confección de la infraestructura legal y reglamentaria de la reforma en telecomunicaciones, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado martes 11 de junio y cuya entrada en vigor representa un avance sin precedentes para el sector.
Ahora bien, durante los 180 días subsiguientes a su entrada en vigor, el Congreso deberá elaborar la legislación secundaria que complementará este primer avance regulatorio, consolidando una segunda fase en la legislación.
¿Y por qué tanto foco a esta segunda fase legislativa?
Esta legislación secundaria debe buscar unificar con espíritu verdaderamente convergente el marco legal de las telecomunicaciones y radiodifusión en México, estableciendo los mecanismos mediante los cuales el nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel)podrá ejercer sus funciones y procurando la maximización del bienestar de los consumidores en términos de cobertura, calidad y precio.
De esta forma, la legislación secundaria consolida el cómo y cuándo de la implementación de la nueva reforma, definiendo el marco regulatorio que regirá a la industria de ahora en adelante. Por ejemplo, la modificación al Artículo decimocuarto constitucional establece que será el Ejecutivo federal quien quedará a cargo de la implementación de una política de inclusión digital, que promoverá el acceso generalizado de la población a los servicios de conectividad, cerrando de esta forma la brecha digital que persiste en el país. Asimismo, este Artículo define objetivos puntuales de conectividad, como alcanzar al menos a 70% de los hogares mexicanos y 85% de las micro, pequeñas y medianas empresas con una conexión a la velocidad promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); es decir, siguiendo los estándares internacionales respecto de la calidad del servicio en beneficio de los usuarios mexicanos. Y son precisamente las leyes secundarias las que sentarán las bases para el desarrollo de estas políticas públicas.
Hasta la fecha, ha habido innumerables intentos fallidos por parte de la autoridad regulatoria por promover la competencia efectiva al interior de la industria, situación que sienta uno de los precedentes para la creación de dos organismos constitucionales autónomos; el Ifetel y la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE).
El Ifetel, creado mediante la reforma para fomentar la competencia al interior de la industria, así como hacer valer los derechos de los consumidores y garantizar la efectiva aplicación de la ley, representa el corpus institucional necesario para llevar a cabo esta importante labor regulatoria. Derivado de ello, la legislación secundaria deberá contener los criterios de operación del nuevo Instituto, quedando en manos del nuevo Ifetel consolidarse como un cuerpo institucional sólido, que aplique eficazmente el marco legal en pro de los usuarios.
La promulgación, con la subsiguiente publicación de la reforma en el Diario Oficial de la Federación, bien sienta un precedente para la creación de un marco regulatorio eficaz y convergente de las telecomunicaciones y la radiodifusión en el país.
Queda entonces en manos de los legisladores la importante labor de cómo y cuándo se llevarán a cabo estos lineamientos establecidos en la reforma. Corresponde dedicar toda la atención y apoyos a esta crucial etapa para la gestación de la competencia efectiva en el sector y, por consiguiente, la maximización del bienestar de los mexicanos.