Ernesto Piedras
3 de septiembre de 2012
Resulta ocioso insistir en la transversalidad social y económica del sector de las telecomunicaciones (fijas, móviles, banda ancha, TV restringida, etcétera), cuyos servicios permean a todos los sectores, segmentos y niveles socioeconómicos del país. Destaca su dinamismo, por superar sistemáticamente al de la economía en su conjunto, presentando inclusive tasas de crecimiento de dos dígitos. Sin embargo, recientemente, su crecimiento se ha reducido.
Esta desaceleración se debe en parte a que el mercado de telecomunicaciones móviles, el más representativo del segmento, ha llegado a una fase de maduración intermedia, además de la creciente reducción en los ingresos de telecomunicaciones fijas. Así, durante el segundo trimestre del año, el sector creció 5%, casi un punto porcentual por encima del PIB.
Dado el avance tecnológico que la industria presenta, es natural que el mercado evolucione para adoptar estos cambios, volviéndose más intensivo en el uso y aprovechamiento de nuevas tecnologías. Así, el universo tecnológico ha migrado hacia mayores capacidades de transmisión de datos, sustituyendo de manera importante los servicios de voz, especialmente, las telecomunicaciones fijas.
Por su parte, la convergencia tecnológica permite la distribución de diversos servicios a través de una misma red, abriendo la posibilidad a una nueva tendencia por servicios empaquetados. Por ello, vale la pena hacer un recuento de la repercusión que esta evolución ha tenido sobre el funcionamiento del mercado en cada segmento.
Los segmentos de las telecomunicaciones
Sin lugar a dudas el segmento más afectado por la evolución tecnológica es la telefonía fija, que ha visto una reducción promedio de 6% en su participación de mercado en los últimos cinco años, encontrándose en una clara fase de estancamiento económico. Este decrecimiento se debe, principalmente, al surgimiento de tecnologías más eficientes (en especial la móvil y banda ancha) que permiten mayor variedad de comunicaciones a menores costos y sin restricciones de ubicación física.
La telecomunicaciones fijas representaban 43.7% de los ingresos totales en el 2007, cuando generaron 152,000 millones de dólares durante el año. En el 2010, este valor se redujo a 138,000 millones y su participación cayó hasta 35.3% conforme el resto de los segmentos mantenían crecimientos positivos. Actualmente, el segmento mantiene apenas 31.5% de los ingresos totales y se espera que al cierre del año haya generado 131,000 millones de pesos, 4% menos que en el 2011.
Esta situación no necesariamente debe verse como algo negativo, ya que casi todos los operadores de telecomunicaciones fijas ofrecen actualmente servicios empaquetados que les ofrecen la oportunidad de redirigir su oferta hacia la televisión de paga y la banda ancha, servicios que se encuentran en una fase de crecimiento acelerado.
Al respecto, destaca que la TV de paga ha presentado importantes crecimientos que le han permitido prácticamente duplicar su participación de mercado en los últimos cinco años. Mientras que el segmento representaba 6% de los ingresos totales en el 2007,cuando generó 21,000 millones de pesos, vemos que apenas tres años después su participación creció en promedio 16% para llegar a 9.3% y 36,000 millones de pesos en el 2010. Durante el 2012, este segmento ha mantenido un sólido crecimiento de 12%, que le permitirá generar cerca de 47,000 millones de pesos en el año.
Ahora bien, las telecomunicaciones móviles también han cedido su anterior dinamismo hacia otros segmentos, en especial, la banda ancha. Dado que este servicio se ofrece como parte del servicio móvil, sus ingresos han continuado aumentando. De esta forma, las telecomunicaciones móviles han crecido 9% en el 2012, manteniendo una participación de mercado de 57.4% sobre los ingresos totales y se espera que generarán más de 240,000 millones de pesos en el año. Este segmento ya superaba 50% de participación en el 2007, muestra del crecimiento moderado correspondiente con la fase de madurez intermedia en la que se encuentra. Ese año generó 175,000 millones de pesos, mientras que en el 2010 sus ingresos superaron los 216,000 millones de pesos, que le atribuyeron 55.4% de los ingresos totales.
Finalmente, es importante destacar que, aunque los ingresos de la banda ancha no se identifican con facilidad, sí es posible afirmar que hoy representan más de una cuarta parte de los ingresos de los operadores que ofrecen sus servicios tanto móviles como de manera convergente. Así, vemos un segmento fijo debilitado, que ha cedido importancia hacia servicios con mayor capacidad de transmisión de datos, un segmento de servicios convergentes que se ha visto fortalecido por la oferta de servicios empaquetados y un segmento móvil evolucionado hacia la banda ancha y servicios de valor agregado. No cabe duda: la banda ancha ha revolucionado el concepto de conectividad y queda de manifiesto que las telecomunicaciones mexicanas han evolucionado con ella.