Ernesto Piedras
El Economista
Mucho se ha insistido en este espacio sobre la necesidad de impulsar políticas públicas encaminadas al fomento y apoyo de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC), pues su cabal aprovechamiento resulta fundamental para promover la competitividad de la economía nacional e incrementar el bienestar social.
En este sentido, es preciso mencionar que si bien es cierto que durante el presente sexenio se llevaron a cabo acciones relevantes para el sector de telecomunicaciones tales como el otorgamiento de un buen número de permisos y concesiones; también lo es el hecho de que dichas acciones no fueron suficientes para satisfacer las necesidades del país en la materia. De hecho, se debe considerar que la presencia de problemáticas como el desempleo, la falta de crecimiento económico y la inseguridad generaron una desatención del gobierno federal hacia las telecomunicaciones.
Por esta razón, resulta indispensable centrar la atención en las propuestas de campaña realizadas por el Presidente electo en materia de TIC, pues en torno de ellas se configurará la política que normará al sector durante los próximos seis años. En este sentido, es importante considerar que la nueva administración lanzó, durante el periodo electoral, una iniciativa centrada fundamentalmente en cinco ejes rectores: promoción de competencia, creación de infraestructura, alfabetización digital, reducción de brechas digitales y provisión de servicios de gobierno mediante TIC.
En lo referente a la competencia, reconocer la debilidad institucional de los órganos reguladores del sector, por lo cual se establece la urgencia de dotar de mayor autonomía a dichas entidades y fortalecer el sistema legal, de forma tal que permita una regulación efectiva. Las propuestas encaminadas a promover la competencia en el sector resultan cruciales si consideramos que nuestro país carece de una regulación eficiente en la materia. Por otro lado, se reconoció la importancia de contar con mayor infraestructura e inversión, tanto nacional como extranjera. La promoción de mayores niveles de inversión generaran, forzosamente, un entorno más competitivo que se verá reflejado en menores precios y, por lo tanto, en mayor bienestar social.
Dentro de las propuestas de campaña del ahora Presidente Electo, se reconoce la importancia del Internet de Banda Ancha como catalizador del desarrollo nacional. Por esta razón, se establece la necesidad de contar con un Plan Nacional de Banda Ancha, cuyo funcionamiento gire en torno a dos ejes complementarios: el establecimiento de metas concretas de corto, mediano y largo plazo; y la creación de una instancia única encargada de vigilar el cabal cumplimiento de los objetivos planteados.
En este tenor, se debe reconocer que el establecimiento de metas de mediano y largo plazo contrasta con las estrategias cortoplacistas emprendidas por los sexenios anteriores, que han impedido el correcto desempeño del sector, generando al mismo tiempo incertidumbre en el mercado. El eficiente funcionamiento del sector requiere la generación de estrategias transexenales que favorezcan el aprovechamiento de las tecnologías disponibles, así como la adopción de las nuevas que puedan surgir.
Las propuestas realizadas durante la campaña presidencial reconocen además la necesidad de impulsar la alfabetización digital, pues sin ella no será posible concretar el proceso de inclusión digital y, por ende, la reducción de brechas digitales. Por esta razón, se propuso la creación de centros de acceso público, entrega de computadoras a alumnos de educación básica y la provisión del servicio de internet en escuelas de todo el país. Asimismo, se propuso conectar a las micro, pequeñas y medianas empresas e incrementar el número de profesionistas capacitados para explotar las bondades de las TIC.
Los compromisos de campaña pretenden incrementar el uso de las TIC dentro de la administración pública federal para agilizar la realización de trámites gubernamentales al mismo tiempo que se mejoran los procesos dentro de las diferentes instancias que integran al gobierno federal. Es oportuno destacar que, de concretarse esta propuesta, México se sumaría al grupo de países que hacen uso del e-gobierno para promover el vínculo entre los ciudadanos y el Estado. Es importante considerar que, en la medida en que se incremente el uso de las TIC al interior del gobierno, se generan incentivos que promueven su adopción en otros sectores de la economía.
Para concluir, es importante abogar por que los compromisos planteados durante la campaña presidencial se concreten y no se queden únicamente en un listado de buenas intenciones. Es urgente que el país cuente con la tan ansiada política pública integral de las TIC, pues sólo de esta forma será posible aprovechar las bondades que el sector puede aportar al resto de la economía nacional.