La medición del grado de competencia efectiva y su desarrollo son relevantes para la evolución del mercado de telecomunicaciones.
Hoy cobran mayor importancia a la luz de la revisión que realiza el IFT sobre la efectividad de las medidas asimétricas de preponderancia en telecomunicaciones, que tienen por objetivo, precisamente, reducir la excedida participación de mercado del operador América Móvil.
Recordemos que, de acuerdo con la reforma constitucional en telecomunicaciones, son varios los criterios para definir al agente económico preponderante a partir de contar con una participación de mercado nacional mayor a 50 por ciento. A saber, por el número de usuarios, suscriptores, audiencia, por el tráfico en sus redes o por la capacidad utilizada de las mismas.
Un proxy para dimensionar dichas métricas de preponderancia es el Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH), que mide el nivel de concentración en los mercados y se reporta en una dimensión cuantitativa entre cero y uno, o bien, entre cero y 10,000 puntos. En la literatura económico-regulatoria se considera que mercados cuyo IHH se ubica entre 1,500 y 2,500 puntos son moderadamente concentrados, mientras que aquellos que superan los 2,500 puntos se encuentran altamente concentrados.
Así, el análisis de esta métrica en los diversos segmentos en los que labora el operador preponderante debe revelar el grado de avance o retroceso de la concentración del mercado de telecomunicaciones. Su cálculo al cierre de la primera mitad del 2016 muestra que en los segmentos fijo y móvil en los que provee servicios el preponderante el nivel de concentración ha disminuido en mínimas proporciones o incluso ha incrementado, en perspectiva comparada con la fecha de la declaratoria de marzo del 2014 así como el año y trimestre inmediatos anteriores.
En términos de ingresos fijos, el IHH registra un ascenso de 4.6% en el segundo trimestre del 2016 (2T16) respecto del observado el segundo trimestre del 2014 (2T14), al pasar de un nivel de 6,653 a 6,958 puntos. Mientras que en el comparativo con el año (2T15) y trimestre anteriores (1T16) se obtiene una lectura similar, el IHH aumentó 8.4 y 0.8%, con niveles de 6,417 y 6,902 puntos, respectivamente.
Ello implica que el segmento fijo se ha reconcentrado en ingresos. Así también en líneas, puesto que el IHH aumentó 0.9% comparativamente con el 1T16 (pasó de 4,674 a 4,715 puntos) y 1.5%, en contraste con la cifra del año anterior (4,644 puntos).
En el mercado móvil, se había experimentado una reducción del IHH en ingresos. Sin embargo, en el último trimestre reportado (2T16) se observa una reconcentración, con un IHH de 5,354 puntos frente a 5,321 del trimestre inmediato anterior (1T16).
En líneas móviles el IHH ha registrado escasas disminuciones. Por ejemplo, la cifra del 2T16 (5,086 puntos) es menor en 1.8% respecto del nivel del 1T16, 6.0% por debajo de aquella del año anterior (2T15, 5,409 puntos) y tan sólo 3.3% inferior al de aquel registrado en 2T14 (5,261 puntos).
Todas estas métricas reflejan mercados de telecomunicaciones fijas y móviles aun en una zona de excesiva concentración y con un consecuente elevado grado de preponderancia no obstante la reforma y su paquete de medidas regulatorias asociadas. Ello puede ser indicativo de que su aplicación aún no logra los efectos deseados.
De continuar esta dilatada evolución de rebalanceo de los mercados, distamos entre una y dos décadas para alcanzar el anhelado nivel por debajo a 50%, para que América Móvil (Telmex y Telcel) deje de ser preponderante.
¿Puede el consumidor mexicano seguir esperando tanto para acceder a los beneficios plenos de la competencia efectiva?