2021.12.17
Vía El Sol de México
Las llamadas “apps” están cada vez más cerca de la vida común de las personas, tienen acceso a nuestros hábitos y actividades diarias, datos personales, al control de nuestro dinero, lo que consumimos y lamentablemente no existen leyes que las regulen a cabalidad, incluso nos dan tendencia de que ver, comer, consumir y se ha criticado que “sugieren” hasta por quién votar.
Por si fuera poco, existe una tendencia monopólica de empresas tecnológicas extranjeras, a ellos se dirige el aprovechamiento que aprobó el Congreso de la CDMX, no hay forma más objetiva de tener un control regulatorio que una política fiscal, lo que no agrada a las grandes plataformas y por ello, han impulsado una campaña en contra y adelantan ir al Poder Judicial, ambas cosas, están en su derecho de hacerlo.
Se ha aclarado que se busca gravar a las grandes plataformas extranjeras, no así a las empresas mexicanas emprendedoras, ni a los usuarios ni a los repartidores, por lo que -con base- a su potestad tributaria la CDMX decidió cobrar por el uso de infraestructura y movilidad.
Difícilmente la propuesta desincentivará el comercio digital, tampoco es contraria a la libertad de empresas que están obligadas al pago de impuestos y por supuesto que se considera la capacidad contributiva, tan sólo los ingresos del mercado de reparto de comida por internet en 2019 fueron de 53.7 mil millones de dólares (mmdd) y para 2024 se estiman en 97 mmdd, lo que es inequitativo es que no paguen.
De acuerdo con la tendencia internacional, y cabe aclarar, que debe valorarse cada país para saber cómo aplicar regulaciones semejantes, van avanzados en esta materia. Simplemente, los legisladores de la Unión Europea acaban de votar hace dos días, las reglas para frenar a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos, este planteamiento tendrá que conciliarlo con los países miembros de la comunidad, con el objeto de llegar el próximo año a una Ley de Mercados Digitales.
El objetivo en esta materia es que la economía digital, siga creciendo, pero también que cumpla con las disposiciones legales de cada país, en este caso, en materia tributaria, a fin de tener un piso parejo con el resto de los contribuyentes. Esta reacción que han tenido en México, ya lo han hecho en otros países, así que esperemos que la Suprema Corte decida sobre su legalidad.
Este es un paso más en este tipo de contribuciones digitales, ya quedo lo del ISR y el IVA, en plataformas digitales, ahora viene el uso de las “apps”, esto no implica ir en contra de atraer inversión extranjera que genera empleos en el país, lo que no es justo es que exista una inequidad tributaria, ni usar como “carne de cañón” a los repartidores para que se manifiesten, que lo hagan sus ejecutivos, también gozan de libertad de manifestación.
Lo que es inevitable, es que vendrán más debates sobre este tema en los siguientes meses.