Gerardo Flores
El Economista
Al día de hoy, la firma de telecomunicaciones Claro tiene 62% del mercado colombiano de servicios móviles
La semana pasada, diversos medios mexicanos difundieron información sobre algunos acontecimientos recientes relacionados con el sector de telecomunicaciones en Colombia. Me refiero al anuncio hecho por el titular del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) de ese país, Diego Molano, con relación a lo que ese Ministerio definió como el último borrador sobre condiciones para la subasta de bandas de frecuencias en los segmentos de 1700 MHz y 2.5 GHz.
Entre las condiciones más relevantes está, desde luego, lo que en México denominamos el límite de acumulación de espectro. En el caso de Colombia, las autoridades de ese país determinaron que éste se establezca en 85 MHz por operador, para lo que se toma en cuenta el ancho de banda acumulado en las bandas de 800 MHz, 1700 MHz, 1900 MHz y 2.5 GHz. Bajo este criterio y en función del tamaño de los bloques a licitarse en la banda de 1700 MHz y de 2.5 GHz, resulta que la empresa Claro, propiedad de América Móvil, sólo puede aspirar a obtener dos bloques de 10 MHz cada uno en la banda de 2.5 GHz.
Se trata de un escenario que ya era esperado. De hecho, justo por esa razón, el pasado viernes 26 de octubre estuvo en Colombia el ingeniero Carlos Slim, con el objeto de hacer ver a los colombianos, de manera previa al anuncio del MinTIC, que este año cerrará con una inversión por parte de Claro del orden de los 980 millones de dólares y que, en caso de participar sin restricciones en la subasta a la que me refiero, estaría en condiciones de destinar otros 1,000 millones de dólares en inversiones de Claro durante el 2013. Hasta ahora, pareciera que su estrategia mediática no resultó, pues no logró mover ni un centímetro la postura del gobierno colombiano. Como sería de esperarse, los directivos de Claro en Colombia han empezado a cuestionar el esquema de la subasta, alegando que la decisión va en contra de los 30 millones de usuarios que están con este operador.
Casi de manera paralela a los trabajos del MinTIC para definir los detalles finales de la subasta, dos senadores colombianos, Juan Mario Laserna, del Partido Conservador, y Jorge Robledo, del denominado Polo Democrático, ingresaron al Senado de ese país una iniciativa ahora conocida como ley antimonopolio, cuyo objeto central es establecer que “ninguna empresa de telefonía celular podrá tener una participación superior a 30% de los ingresos totales en los mercados nacionales de voz, datos y contenidos y aplicaciones”, según lo refiere un comunicado conjunto de los promoventes. Esta propuesta tiene marcadamente un destinatario: el operador Claro.
Al día de hoy, Claro mantiene 62% del mercado colombiano de servicios móviles. De prosperar la iniciativa de los senadores Laserna y Robledo, evidentemente la filial de América Móvil en Colombia se enfrentaría a un escenario muy complicado.
La decisión del MinTIC con relación a la subasta, así como la intención de los senadores por lo que hace a limitar la participación de mercado de cualquier operador, se inscribe en un escenario de creciente malestar de los usuarios por el nivel de las tarifas y la calidad de los servicios, principalmente con los de Claro. Una revisión de las notas aparecidas en los diarios colombianos permite identificar con suma facilidad que, a diferencia de lo que ocurre en los diarios mexicanos, las huestes del ingeniero Slim no han logrado obtener respaldo editorial a su postura, es decir, no es fácil encontrar voceros que disfrazados de expertos en competencia cuestionen la decisión gubernamental o la posible aprobación de la iniciativa del Senado.
El ambiente bajo el que se desenvuelve América Móvil ahora en Colombia le es desde luego adverso. Si bien es cierto que en el caso de la propuesta de ley antimonopolio, se trata de una propuesta que evidentemente no tiene fundamento económico, el hecho de que Claro acapare 62% del mercado móvil ha propiciado que en las últimas semanas se haya colocado en la agenda pública nacional el problema que le representa a los usuarios colombianos que un operador móvil tenga ese nivel de concentración del mercado. Tal parece que allá no están dispuestos a seguir bajo esa prospectiva. ¿Por qué en México la Cofetel hace como que el problema de la dominancia de Telmex o Telcel no es relevante para los usuarios?
Apunte al margen
Hay una elevada expectativa en torno de la licitación de canales de TV y los tiempos que se autoimpusieron Mony de Swaan y Eduardo Pérez Motta para tal fin; sin embargo, ello no es pretexto para que se pretenda orillar a los demás comisionados de la Cofetel a aprobar un proyecto de convocatoria y bases con apenas unos días para estudiarlo. ¿No que se trata de procedimiento histórico? ¿Ése es el nivel de seriedad que se le da a esta licitación?