Hace casi un mes, AT&T anunció ante el presidente Enrique Peña Nieto que durante los próximos tres años invertirá en México un monto de 3,000 millones de dólares para desplegar su red móvil de alta velocidad. Dicho monto, sin duda, representa un fuerte compromiso de este operador, que manda un mensaje claro en el mercado mexicano respecto de sus intenciones de convertirse en un jugador de mucho mayor peso.
Apenas la semana pasada, en reacción a lo comprometido por AT&T, Telcel anunció que en los próximos tres años invertirá en nuestro país un monto de 6,000 millones de dólares. A simple vista pareciera que Telcel se compromete más con nuestro país y sus habitantes. Sin embargo, al analizar los números en comparación con el tamaño de los ingresos de ambos operadores y el número de usuarios que atienden, resulta evidente que AT&T está haciendo una apuesta fuerte en nuestro país, pues estaría destinando a inversión, en forma anual, un monto equivalente a casi 40% de sus ingresos, mientras que Telcel sólo estaría destinando para el mismo fin apenas 15% de sus ingresos.
Las intenciones de AT&T de invertir cerca de 40% de sus ingresos se comparan muy favorablemente con el promedio de la OCDE entre el 2000 y el 2011, que asciende a 17 por ciento. Es decir, AT&T estaría dedicando 2.35 veces lo que en promedio se destina anualmente en inversión por los países miembros de la OCDE, como porcentaje de los ingresos anuales.
En contraste, Telcel estaría colocándose ligeramente por debajo de ese promedio. Pero no puede pasarse por alto que en el 2014, sus inversiones de capital fueron de apenas 11,543 millones de pesos, lo que implica que sus inversiones como proporción de sus ingresos, representaron un raquítico 6.4 por ciento. Por ahí leí algunas notas en prensa que subestimaban el esfuerzo de inversión de AT&T frente a lo que anunció Telcel. Bien valdría la pena que algunos analistas no se vayan con la finta de los números absolutos, pues nunca se darán cuenta de que en comparación con lo que gana en México, Telcel le ha quedado a deber mucho a nuestro país.
IFT: informe estadístico
Después de revisar con detenimiento el reporte estadístico más reciente publicado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), resulta imperativo reconocer que hay un cambio sustantivo respecto de los reportes que difundía la extinta Cofetel, y que el IFT retomó durante varios trimestres. Se nota un esfuerzo importante que aún puede mejorar, particularmente incluyendo indicadores sobre las velocidades de acceso a banda ancha en distintas regiones del país.
Criterios de la red compartida
El viernes pasado, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el IFT hicieron públicos los criterios para la red compartida mayorista en la banda de 700 MHz. Si bien hay que reconocer el esfuerzo de ambas entidades, del documento en cuestión surgen varias preguntas que ojalá tengan una respuesta clara muy pronto, sobre todo si la idea es que este proyecto tenga viabilidad. A continuación, algunas preguntas:
1) ¿Por qué los requisitos de cobertura no se establecen como una variable fija, en términos de porcentajes del territorio a cubrir por año y porcentajes de velocidad de acceso mínima?
2) ¿Por qué se está considerando sólo dos hilos de fibra de la red troncal, cuando lo que se busca es que esta red explote eficientemente 90 MHz de la banda de 700 MHz?
3) ¿Por qué el gobierno federal no aporta acceso a bienes inmuebles propiedad del Estado que permitan el rápido despliegue de esta red, como edificios o torres?
Evidentemente, hay más interrogantes, pero éstas son algunas que considero de la mayor relevancia.